Fiscalía de Quintana Roo Maquilla Cifras de Homicidios con Total Descaro
16 Jun. 2025
Redacción / CAMBIO 22
Cancún, 16 de junio. – Mientras la violencia sigue desbordada en Quintana Roo, la Fiscalía General del Estado (FGE) insiste en encubrir la realidad con cifras manipuladas, omisiones intencionales y un descarado silencio institucional.
Las cifras enviadas por el estado al Gobierno Federal durante el pasado fin de semana son una nueva prueba del sistemático maquillaje de homicidios, que se ha convertido en práctica habitual de las autoridades estatales.

Según el reporte de seguridad de la Federación, en Quintana Roo se registró un solo homicidio el sábado 14 de junio y dos más el domingo 15.
Sin embargo, la realidad contradice flagrantemente ese informe: tan solo el sábado se cometieron tres asesinatos en Cancún.
Un hombre fue ejecutado en la región 252, una mujer fue asesinada en la supermanzana 104 y un conductor del transporte público fue asesinado la vida en la colonia Tres Reyes. Tres homicidios en un solo municipio, mientras la FGE reportó uno para todo el estado.
El domingo la manipulación continuó. La Federación reportó dos homicidios en todo Quintana Roo, pero ocurrieron al menos tres: una mujer asesinada en Othón P. Blanco y dos hombres ejecutados en Cancún.
Esta no es una omisión menor, es un intento deliberado de reducir a la mitad, el número real de homicidios ocurridos en un periodo de 48 horas.
Seis muertes violentas reportadas como si fueran tres. Una estrategia que, lejos de tranquilizar a la ciudadanía, revela el profundo desprecio institucional por la verdad y por las víctimas.
Organizaciones civiles y periodistas locales han denunciado una y otra vez cómo la Fiscalía oculta cifras, manipula datos y, en ocasiones, ni siquiera inicia carpetas de investigación con tipificación de homicidio doloso, todo con tal de mantener una falsa imagen de gobernabilidad.
Mientras tanto, los asesinatos siguen acumulándose en las calles de casi todos los municipios.
Las familias viven con miedo, y las víctimas se suman a una larga lista de nombres que, para las autoridades estatales, ni siquiera cuentan como estadística.
El maquillaje de cifras no es solo una falta administrativa: es un acto de impunidad institucional que perpetúa la violencia, niega justicia y ofende a quienes sí están contando los cuerpos, aunque el Estado finja no verlos.
La pregunta es inevitable: ¿A quién protege la Fiscalía con esta farsa estadística? Porque no es a los ciudadanos.
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