Inicio / Firman Estados Unidos y Arabia Saudita un Acuerdo de Armas por 142.000 Millones de Dólares Mientras Trump se Reúne con el Líder Sirio

El presidente estadounidense fue agasajado por una guardia real a su llegada a Riad el martes. Aviones F-15 de la Real Fuerza Aérea Saudí escoltaron el avión Air Force One de Trump a su llegada a Riad. Trump se sentó con Salman en un salón ornamentado de la Corte Real del Palacio Al Yamamah, junto con miembros de la élite empresarial estadounidense y saudí. Entre ellos se encontraban Elon Musk, figuras destacadas de la inteligencia artificial como Sam Altman, así como los directores ejecutivos de IBM, BlackRock, Citigroup, Palantir y Nvidia, entre otros.

Cuando Salman prometió que Arabia Saudita invertiría 600.000 millones de dólares en la economía estadounidense, Trump sonrió y bromeó diciendo que debería ser un billón.

El viaje forma parte de una reorganización de la política en Oriente Medio, dominada por la plataforma de Trump “América primero”, que prioriza los intereses económicos y de seguridad nacionales de Estados Unidos sobre las alianzas extranjeras y el derecho internacional. Los críticos han afirmado que los acuerdos fortalecen a Trump y a un círculo de empresarios que lo rodean, y que la familia del presidente estadounidense tiene intereses comerciales en Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Catar, lo que genera un conflicto de intereses sin precedentes para esta administración.

El ejemplo más claro de la nueva mercantilización de la política exterior estadounidense bajo el gobierno de Trump ha sido la propuesta de regalo, por parte de la familia gobernante de Qatar, de un lujoso avión jumbo Boeing 747-8 que, según la Casa Blanca, podría convertirse en un avión presidencial y luego donarse a la biblioteca presidencial de Trump después de que deje el cargo.

El regalo provocó la ira de los demócratas del Congreso, uno de los cuales lo describió como un “palacio aéreo” y dijo que constituiría “el regalo más valioso jamás conferido a un presidente por un gobierno extranjero”. Trump defendió la oferta, diciendo en una publicación que “reemplazaría al Air Force One de 40 años, temporalmente, en una transacción muy pública y transparente” y llamó a los demócratas que piden una investigación ética “¡Perdedores de clase mundial!”.

La reunión entre Trump y Salman se caracterizó por sonrisas y palmadas amistosas en la espalda, un marcado contraste con las cumbres anteriores, cuando el líder saudí estuvo envuelto en la controversia por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi. Aunque su administración promocionó grandes acuerdos, Trump también admitió que sus objetivos geopolíticos de reconocimiento diplomático de Israel por parte de Arabia Saudita tomarían tiempo debido en gran parte a la continuación de la guerra por parte de Israel en Gaza.

“Será un día especial en Oriente Medio, con todo el mundo observando, cuando Arabia Saudí se una a nosotros” en los Acuerdos de Abraham, el marco de la administración Trump para que los estados árabes reconozcan a Israel, dijo. “Y realmente creo que será algo especial, pero lo harán a su debido tiempo”.

Trump también tiene previsto visitar los Emiratos Árabes Unidos el jueves antes de continuar hacia Qatar esta semana. Sus negociaciones en la región se han caracterizado por importantes acuerdos de inversión, que también parecen haber influido en su cambio de postura respecto de Siria.

Sharaa, que está ansiosa por normalizar las relaciones con Estados Unidos, habría ofrecido a Trump una serie de ventajas, incluida la Torre Trump en Damasco, una zona desmilitarizada en los Altos del Golán que fortalecería el reclamo de Israel sobre el territorio que ha ocupado desde 1967, el reconocimiento diplomático de Israel y un acuerdo de participación en las ganancias sobre los recursos similar al acuerdo sobre minerales con Ucrania.

La idea de ofrecerle a Trump un terreno con su nombre en el corazón de Damasco fue idea de un senador republicano estadounidense, quien transmitió la idea al equipo de Sharaa. “Las sanciones en Siria son muy complicadas, pero con Trump, puede lograr que se levanten la mayoría. Es una gran oportunidad”, dijo Ziadeh.

El viaje también es extraordinario por la decisión de Trump de no visitar Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos en la región, debido a la guerra en Gaza y la tensa relación de Trump con Benjamin Netanyahu. Hamás liberó al último rehén estadounidense, Edan Alexander, en vísperas de la visita de Trump a Oriente Medio, en un intento de presionar a Trump para que presionara a Netanyahu a poner fin a la guerra.

El martes, Netanyahu redobló la apuesta por la guerra en una muestra de desafío, diciendo que cualquier cese del fuego sería sólo “temporal”. “En los próximos días, entraremos con toda nuestra fuerza para completar la operación y derrotar a Hamás”, dijo. “Nuestras fuerzas ya están allí”. “No habrá ninguna situación en la que detengamos la guerra”, añadió.