• Vano esfuerzo: el espectáculo del 3 de enero se desmorona

• Falta de transparencia y logística deficiente empañan la feria

Gabriel Hernández/ CAMBIO 22

La máxima apuesta musical de la Feria de Reyes de Tizimín 2026 se derrumbó a tres días de su realización, hoy martes 30 de diciembre de 2025  las redes sociales oficiales del Ayuntamiento de Tizimín difundieron un escueto comunicado, por causas “ajenas a la empresa organizadora y al artista” se cancelaba el concierto de Luis R. Conríquez, programado para el 3 de enero de 2026.

El evento estaba anunciado para las 22:00 horas en el Centro de Espectáculos Tizimín, con boletos que rondaban desde los $350 pesos hasta los $2,400 pesos.

Una apuesta fallida

El alcalde había vendido el concierto de Luis R. Conríquez como uno de los “orgullos” que distinguirían a la Feria de Reyes de 2026, pese a la expectación inicial, la coordinación entre el municipio y la empresa promotora fue errática. El público de Tizimín acostumbrado a bailes que se realizan puntualmente sin importar frío, lluvia o baja afluencia se enteró de la cancelación cuando muchos ya estaban planeando su asistencia.

A tres días del espectáculo, quedarían desamparados muchos comerciantes que anelaban la alta afluencia de gente para ese fin de semana que proyectaba ser un fin de semana de alta derrama económica para la ciudad de reyes.

Luis R. Conríquez no es ajeno a las polémicas, en abril de 2025 canceló sus presentaciones en la feria de Pénjamo, Guanajuato y otras localidades tras el altercado que se registró en el palenque de Texcoco, donde se negó a interpretar ciertos corridos; el incidente provocó disturbios y lo obligó a suspender varias fechas.

En Tizimín, la suspensión es atribuida oficialmente a “causas ajenas”, pero resulta inverosímil que la venta mínima de boletos y la mala organización no hayan influido.

Efectos para la imagen de la feria

En la memoria colectiva de Tizimín hay contadas ocasiones en las que un baile se ha cancelado durante la feria, y las razones casi siempre han sido de fuerza mayor.

El precedente de anoche no solo afecta a los fanáticos de la música norteña; también golpea la credibilidad de las autoridades municipales y de la feria en su conjunto.

La Feria de Reyes es uno de los escaparates turísticos más importantes del oriente yucateco, cancelar el espectáculo insignia, y además hacerlo sin la debida transparencia, deja la impresión de que la actual administración no está a la altura del desafío.

La organización informó que en breve dará a conocer el procedimiento para las devoluciones; mientras tanto, este caso deja una lección clara, es indispensable poner mayor atención en con quién se establecen acuerdos y en quiénes asumen la operación de espectáculos de esta magnitud, ya que cuando se presume un evento de alto calibre, la logística, la promoción y la responsabilidad no pueden ni deben quedar a la improvisación.

La Feria de Reyes merece más que promesas incumplidas, merece respeto por los más de 1 millón 200 mil visitantes que asisten cada año a la feria de mayor tradición en el sur de México.

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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