Feminicidio de Valeria Márquez: El Peligroso Estilo de Vida de las Buchonas y su Relación con el Narcotráfico

• La tiktoker fue asesinada mientras transmitía en vivo desde su salón de belleza en Jalisco; su vida de lujos y conexiones con el CJNG están bajo la lupa

• El caso revela la vulnerabilidad de las influencers que adoptan el estilo buchona, en un contexto donde la estética narco y el poder criminal se entrelazan

Redacción / CAMBIO 22

Tenía 23 años y una sonrisa que no le temía a las cámaras. Valeria Márquez era más que una influencer: era una joven que amaba mostrar una vida llena de lujos y que parecía siempre feliz para sus miles de miles de seguidores. Pero algunos detalles oscuros han salido a la luz tras este suceso que ha conmocionado México y América Latina.

Murió en vivo, durante una transmisión en directo desde su TikTok. Fue asesinada mientras trabajaba en su salón de belleza en Zapopan, Jalisco. Un hombre se hizo pasar por repartidor, le entregó un café y un peluche, y segundos después le disparó a quemarropa. Todo quedó registrado en una transmisión de TikTok que se volvió viral. Desde entonces, las preguntas y teorías no han parado.

Algunos medios vincularon a Valeria con un presunto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una relación que ella misma habría denunciado de forma velada en redes: “Si me pasa algo, hago responsable a mi ex”. La Fiscalía investiga el caso como feminicidio, pero no ha confirmado nexo con el crimen organizado.

Lo cierto es que en México, la lista de influencers asesinados por el narco crece de manera preocupante.   El pasado 9 de enero, medios mexicanos reportaron que una avioneta arrojó en Culiacán, panfletos que amenazaban a una veintena de artistas y youtubers por supuestos tratos con ‘Los Chapitos’ una de las facciones en guerra por el control del cártel de Sinaloa fundado por el detenido Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán..

EL FENÓMENO DE LAS BUCHONAS EN MÉXICO: ¿QUIÉNES SON?

El término buchona ha trascendido el argot popular del norte mexicano para convertirse en una figura icónica –y polémica– de la cultura visual del narco. A menudo reducida a su estética exuberante, la buchona representa mucho más: es un síntoma de desigualdad, una estrategia de visibilidad y, a veces, una forma de sobrevivencia en contextos hostiles. ¿Puede esta etiqueta aplicarse a Valeria Márquez, la influencer asesinada en Jalisco? La respuesta no es tan simple.

La palabra proviene del argot sinaloense y originalmente se usaba para describir a las mujeres cercanas a figuras del narcotráfico. Con el tiempo, el concepto se amplió para referirse a mujeres que adoptan una estética específica: maquillaje recargado, labios y curvas resaltadas por cirugías, moda de lujo ostentosa, vida social activa en redes sociales, y una imagen aspiracional ligada al consumo y al poder visible.

Según la antropóloga Patricia Ravelo Blancas, “la buchona no es solo acompañante del narco: es también símbolo de la presencia femenina dentro de una estructura patriarcal”.  La socióloga Gabriela Rentería va más allá: “Estas mujeres son vistas como rebeldes, pero también enfrentan un castigo social doble: por mostrar poder y por hacerlo desde la estética que incomoda”.

Un reportaje de Los Angeles Times resalta que “si en sus inicios buchona se refería a la novia de un narco, con el paso de los años, el término ha adquirido nuevos significados, ampliándose para incluir a mujeres vinculadas o con roles activos en los cárteles. También puede incluir a mujeres que simplemente adoptan el estilo buchona: mujeres con gusto por la ropa llamativa que no ocultan su amor por la fiesta, el dinero ni los hombres”.

Menciona el caso de Buchona Cosmetics, una marca lanzada por la influencer de belleza del sur de Texas, Siomara Tellez, quien hizo el lanzamiento con una imagen que llevaba la frase “Buchi-Boss”. La definición describe a “una mujer empoderada que triunfa”.  El rasgo distintivo de ese estilo, de acuerdo con varios investigadores citados por Los Angeles Times, es el exceso: pechos grandes, trasero redondo, cinturas delgadas y labios carnosos.

“El cabello se lleva liso y a la cintura, y las uñas (también largas) suelen presentar un toque barroco. El maquillaje, igualmente, es recargado, centrado en ojos dramáticos adornados con pestañas postizas. La ropa se lleva ajustada al cuello, y no eres una buchona a menos que luzcas marcas de lujo, preferiblemente Versace o Louis Vuitton”, se lee en el reportaje. TikTok, YouTube e Instagram están repletos de tutoriales de maquillaje que prometen el look buchona.

¿Valeria Márquez era una buchona?

Valeria Márquez se presentaba en redes sociales con una estética afín al imaginario buchón: cejas delineadas, labios rellenos, cabello trabajado, poses en salones, mensajes empoderados y una apuesta visual por el brillo, la seguridad y la sensualidad. Pero reducir su identidad a ese término sería no solo injusto, sino superficial.

Valeria no promovía explícitamente al narco ni glorificaba la violencia. Al menos, hasta lo que se sabe hoy. Era una joven emprendedora con un salón de belleza, activa en TikTok, que construía su propio camino.

La especulación sobre su presunta relación con un presunto miembro del sanguinario Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) -el más poderoso de México- no ha sido confirmada por ninguna fuente oficial.

En sus redes, la creadora de contenidos denunció amenazas y responsabilizó a su expareja si algo le ocurría. Pero no hay pruebas públicas de vínculos delictivos. Sin embargo, sus propios seguidores la han vinculado con un poderoso narcotraficante. Se trata de Ricardo Ruiz Velasco, llamado ‘El Doble R’, un alto mando del CJNJ

El uso del término buchona en este contexto puede ser revictimizante. Como señala la periodista Diana Gómez Álvarez  “cuando una mujer víctima de violencia es etiquetada como buchona, se le resta legitimidad, se le juzga por su imagen y se olvida su humanidad.

En México, donde la violencia de género es estructural, muchas mujeres que se ajustan al perfil buchón corren un riesgo mayor: son hipervisibilizadas, sexualizadas y expuestas al juicio social.

LA ESPOSA DE ‘EL CHAPO’ Y LA ESTÉTICA NARCO

Emma Coronel Aispuro es una exreina de belleza y figura pública conocida por ser la esposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.

En 2007, a los 18 años, Coronel se casó con Guzmán, quien entonces tenía 49 años. Su relación ha sido objeto de atención mediática debido a su cercanía con el mundo del narcotráfico y su estilo de vida.

Emma Coronel ha sido identificada con el estilo buchona.

Tras su liberación en septiembre de 2023, después de cumplir una condena por cargos relacionados con el narcotráfico, Coronel ha retomado su presencia pública, participando en eventos de moda y líneas de ropa.

Su más reciente incursión en un video musical confirmó que Emma Coronel no pretender estar en la sombra y tampoco cambiar de estilo, así le digan hasta el cansancio buchona. Así duden de su inocencia y se crea que ha dicho más de lo que se sabe sobre las acciones criminales del Cártel de Sinaloa, que lideró su sanguinario esposo.

Los detalles de su presencia en un clip de la abogada cantante de ‘El Chapo’ Guzmán te lo contamos en esta nota.

Fuente:  Perú 21

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