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• El espejismo del “progreso maya”. Red de empresas fantasmas en el corazón de la zona maya

 

 

Alfredo Griz/CAMBIO 22

Felipe Carrillo Puerto, corazón histórico y cultural de la zona maya de Quintana Roo, es hoy el espejo más claro de las contradicciones del sur del estado. En los discursos oficiales, el municipio aparece como un territorio de esperanza, con “grandes obras sociales”, “renovación urbana” y “apoyo a las comunidades indígenas”. Pero detrás de la retórica gubernamental se esconde una administración que ha sido señalada por opacidad, desvío de recursos públicos y desfalcos presupuestales que agravan la pobreza de una población que sobrevive con menos de lo mínimo.

Durante el actual trienio, los informes financieros y revisiones de gasto público muestran un deterioro alarmante en la administración municipal. Los números no mienten: Felipe Carrillo Puerto se mantiene como el municipio más rezagado de Quintana Roo, con el 78.6% de su población en situación de pobreza y el 38.4% en pobreza extrema, según los últimos registros oficiales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

La herencia de la corrupción

En los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) correspondientes a los ejercicios 2022 y 2023, se documentan observaciones financieras por más de 43 millones de pesos en el manejo del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FISM) y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN).
Obras inconclusas o inexistentes.

La ASF detectó 15 proyectos de infraestructura social sin concluir, pese a haberse reportado como terminados. Entre ellos, pavimentaciones, rehabilitaciones de caminos rurales y sistemas de agua potable en comunidades como Tepich, Tihosuco y Chunhuhub.
En conjunto, estas obras representan más de 17.2 millones de pesos sin comprobar.
Pagos duplicados y sobrecostos.

Se documentaron contratos con sobreprecios de hasta el 35% en la compra de materiales de construcción, combustible y maquinaria pesada. En total, la ASF estimó un posible daño al erario por 11.8 millones de pesos en 2023.
Gasto corriente disfrazado de inversión social.

La auditoría reveló que más de 9 millones de pesos del FISM fueron utilizados para gasto corriente, como pago de nóminas, viáticos, asesorías administrativas y “eventos de promoción social”, lo cual viola las reglas de operación del fondo.

La red de empresas fantasma

A lo anterior se suman presuntas contrataciones irregulares con empresas sin domicilio fiscal verificable. Al menos cinco proveedores registrados entre 2022 y 2024 tienen características de empresas fachada: direcciones inexistentes, giros no relacionados con los servicios contratados y capitales sociales mínimos.

Entre los contratos bajo investigación destacan los otorgados a “Constructora Mulkab S.A. de C.V.” y “Servicios Integrales Mayab del Caribe S. de R.L.”, que recibieron juntos más de 12 millones de pesos por “obras de mejoramiento urbano” y “rehabilitación de parques”, proyectos que en campo presentan apenas un 15% de avance físico.

El abismo social: la pobreza que no se mueve

Mientras los recursos públicos se desvanecen entre opacidad y sospechas de corrupción, los indicadores sociales se mantienen estancados o empeoran.

El CONEVAL reporta que 8 de cada 10 habitantes de Felipe Carrillo Puerto viven en pobreza, y 4 de cada 10 en pobreza extrema. Los índices de carencia por acceso a servicios básicos alcanzan el 71%, mientras que el rezago educativo afecta al 38% de la población adulta.
El municipio, además, presenta un ingreso per cápita mensual promedio de apenas 2,220 pesos, por debajo del promedio estatal (4,893 pesos). En comunidades rurales, el ingreso puede caer hasta los 1,500 pesos mensuales, insuficiente incluso para la canasta básica alimentaria.

Las comunidades invisibles

En localidades como Señor, Chunpom, Dzula y Tepich, la población reporta falta de agua potable constante, caminos en ruinas y centros de salud sin personal ni medicamentos. Mientras tanto, el presupuesto municipal para “comunicación social y promoción institucional” creció un 62% en el último año, lo que sugiere un uso político de los recursos para maquillar la imagen pública de la administración.

El gasto total ejercido por el municipio en 2024 superó los 480 millones de pesos, pero más del 60% se concentró en nómina, asesorías y comunicación, dejando apenas un 18% para inversión pública efectiva.

Un municipio que retrocede

Comparado con otros municipios de la zona maya y del centro del estado —como José María Morelos o Bacalar—, Felipe Carrillo Puerto muestra menor cobertura de servicios básicos, menor crecimiento económico y mayor dependencia de transferencias federales.
Mientras José María Morelos logró reducir en 4 puntos su pobreza extrema entre 2020 y 2023, Felipe Carrillo Puerto la incrementó en casi 2 puntos porcentuales, evidenciando un retroceso estructural.

El silencio político

A pesar de los señalamientos, la actual administración ha respondido con silencio o evasivas. Las solicitudes de información pública sobre los montos exactos del gasto social o los contratos de obra pública han sido respondidas parcialmente o clasificadas por “seguridad administrativa”, lo que constituye una violación a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

Funcionarios locales cercanos a la alcaldesa han sido señalados por conflictos de interés, particularmente en la asignación directa de obras a empresas vinculadas a familiares y excolaboradores de campaña.

La herida abierta del sur

Felipe Carrillo Puerto no solo enfrenta una crisis financiera; vive una crisis de legitimidad. Cada peso no comprobado, cada obra inconclusa y cada auditoría con observaciones sin solventar, representa una escuela sin techo, un pozo seco, un camino destruido y una familia más hundida en la pobreza.

El sur de Quintana Roo sigue siendo la frontera olvidada del desarrollo. Mientras las luces del turismo brillan en Cancún o Tulum, los pueblos mayas del corazón del estado siguen esperando que los millones que se anuncian en los boletines lleguen, alguna vez, a su realidad.

Felipe Carrillo Puerto se encuentra atrapado entre el abandono estructural y la corrupción institucionalizada. Los desfalcos financieros documentados, los rezagos sociales persistentes y la falta de transparencia gubernamental configuran un escenario de pobreza administrada y desarrollo simulado.

El municipio, que alguna vez fue símbolo de resistencia maya, hoy es víctima de su propio gobierno.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

AFC/RCM