Carlos Navarrete Quintal/CAMBIO 22

Umán, YUc., a 15 de diciembre de 2024 Representantes de más de un centenar de familias  de Umán acusan al Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) de entregarles sus viviendas sin los servicios básicos y lo que hasta hoy los tiene en desamparo, con adeudos y en algunos casos sin las casas que les ofrecieron.

El problema se encuentra en la cabecera de Umán en el  fraccionamiento Jerusalén Residencial donde desde  mayo de 2022, el entonces secretario general del Infonavit, Rogerio Castro Vázquez, presidió con autoridades de Umán la entrega de las primeras casas.

El funcionario federal, quien ahora es delegado de la Secretaría de Bienestar en Yucatán, presentó esa unidad como un caso de éxito del esquema de crédito conocido como “Línea 3”.

Esas casas siguen hoy sin servicio de agua potable, abastecidas únicamente con el líquido que se bombea desde un pozo que habilitó la constructora.

La energía eléctrica llega a esas viviendas de manera clandestina, con unos “diablitos” que la misma promotora de vivienda instaló en lugar de hacer los contratos respectivos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El problema es mayor para quienes no han recibido sus casas, a pesar de que hace más de dos años que se dispuso la retención salarial en sus centros de trabajo para la devolución de los créditos.

Entre los protagonistas, además del Infonavit y las familias afectadas, se encuentran la constructora Sucovisa, S.A. de C.V.,  vinculada con funcionarios del instituto, y el Ayuntamiento umanense.

La empresa se volvió ojo de hormiga y dejó de dar la cara a los vecinos. El Ayuntamiento alega que no puede apoyarlos con servicios porque se trata de un fraccionamiento no municipalizado, pero sí les cobra impuesto predial.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

HTR

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