Familiares de María Belén Zerda Desmienten Versión Oficial: “No tiene Esquizofrenia, se Escondía por Miedo”

Redacción/CAMBIO 22

Cancún, 25 de abril.- A casi dos semanas de haber sido localizada en una zona selvática de Cancún, la historia detrás de la desaparición de María Belén Zerda ha dado un giro. Familiares de la mujer argentina contradicen tajantemente la versión difundida por la Fiscalía de Quintana Roo, que el pasado 15 de abril aseguró que ella no fue víctima de ningún delito y que su desaparición se debió a un supuesto trastorno de esquizofrenia.

De acuerdo con los testimonios recogidos por medios de comunicación argentinos, María Belén, de 38 años, se ocultó por miedo, tras recibir mensajes amenazantes en su celular.

Esa fue la razón por la que permaneció casi dos semanas en condiciones extremas, sin alimentos ni refugio, tomando agua de lluvia o de charcos para sobrevivir.

“Estaba re deshidratada. Cuando llegó la llevamos al médico y le pusieron tres sueros, le dieron potasio. Estuvo una semana sin comer y tomaba agua de algún laguito, de la lluvia que quedaba. También encontró una botella, no sabe de qué, y la tomó”, relató su hermano.

La familia ha dejado en claro que María Belén no tiene ningún diagnóstico de esquizofrenia, y que tras ser evaluada por profesionales de la salud en Argentina, se confirmó que su estado mental es completamente normal.

“La vio un grupo de psicólogos, psiquiatras, le hicieron tomografías, radiografías, estudios de todo tipo. Está bárbara, salvo por los 15 kilos que bajó y el potasio un poco bajo”, aseguraron.

Pese a ello, la Fiscalía quintanarroense dio por cerrado el caso con una explicación que, hoy por hoy, carece de sustento.

Nunca se mencionaron amenazas ni se abrió una línea de investigación en ese sentido. Para las autoridades mexicanas, el caso terminó cuando María Belén abordó un vuelo de regreso a su país.

Pero en Argentina, la verdad empieza a salir a la luz: la mujer no huyó por una crisis mental, sino que se resguardó de una amenaza real.

Una omisión grave que pone en entredicho la actuación de las autoridades en Quintana Roo, y que deja abierta la pregunta: ¿por qué se descartó tan rápido la posibilidad de un delito?

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