Redacción/ CAMBIO22

CANCÚN, QRoo, 9 de octubre de 2024. En el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Cancún, familiares de internos han alzado la voz contra el director Sergio Alcalá Ancona, acusándolo de abusar de su poder y de apropiarse de los negocios que operan dentro de la prisión.

Según las denuncias, Alcalá Ancona no solo controla la administración del penal, sino que ha tomado posesión de tiendas y servicios, que anteriormente eran gestionados por los propios reos. Esto incluye pequeños restaurantes y tiendas de abarrotes que ofrecían productos a los visitantes, como familiares de los internos.

“Se ha adueñado de todo, no solo de los negocios, sino de la vida de los internos”, afirmó una de las familiares, quien pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias. “La situación es insostenible y se ha vuelto un sistema de explotación”.

Los testimonios recogen preocupaciones sobre el trato a los internos, quienes, según las familias, enfrentan castigos severos por quejas o desacuerdos con la dirección. “Un simple desacuerdo puede llevar a un castigo de seis meses. Esto es abuso de autoridad”, denunció otra familiar.

Además, la calidad de vida dentro del CERESO ha sido objeto de críticas. Los denunciantes aseguran que la comida es insuficiente y en condiciones deplorables, mencionando casos de alimentos en mal estado, incluso con gusanos. “La comida a menudo está cerca de la basura. No es justo”, afirmó una madre.

La falta de atención médica adecuada también ha sido señalada como un problema crítico. Muchos internos han desarrollado enfermedades debido a la escasa atención, lo que agrava la situación en el penal.

Las quejas han sido ignoradas por las autoridades de derechos humanos, quienes, según los familiares, solo realizan visitas programadas, lo que permite a la dirección ocultar la verdadera situación.

“Cuando saben que vienen, limpian y pintan, pero al final, la realidad es muy diferente”, lamentaron. Los familiares han solicitado la intervención de la gobernadora para llevar a cabo una revisión sorpresiva del CERESO, con el fin de constatar las condiciones reales.

“No todos los internos son culpables; muchos son inocentes y merecen un trato justo”, subrayaron. La denuncia de estos abusos resalta la necesidad urgente de que las autoridades actúen para garantizar el respeto a los derechos humanos en el CERESO de Cancún, antes de que la situación se torne irreversible. La voz de las familias busca visibilizar un problema que afecta no solo a los internos, sino a toda la sociedad.

 

 

 

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LRE

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