Exestilista de P. Diddy Revela Insultos y Amenazas a Cassie Durante el Juicio por Crimen Organizado y Abuso

El testigo declaró que el rapero humillaba públicamente a su expareja con apodos denigrantes y amenazas constantes, provocándole episodios de depresión.

La defensa de Sean Combs admite conductas violentas, pero niega delitos de tráfico sexual; podría enfrentar cadena perpetua si es hallado culpable.

Redacción/CAMBIO 22  

El exestilista de Sean Combs, conocido artísticamente como P. Diddy, reveló este miércoles los humillantes apodos que el rapero estadounidense le daba a su expareja, Cassandra ‘Cassie’ Ventura, durante el juicio contra el músico por cargos de crimen organizado y tráfico sexual.

Deonte Nash, quien trabajó para el artista entre los años 2008 y 2018, declaró durante la tercera semana del proceso judicial que Ventura no solo sufría abusos físicos, sino también psicológicos y verbales. El testigo afirmó ante el Tribunal de Manhattan que el acusado llamaba a la cantante “niña, perra, zorra, puta” de forma habitual y que incluso lo hacía en público.

De acuerdo con su declaración, el insulto más común era “perra”. “Era su favorito”, aseguró ante el jurado, detallando que en aquellos momentos el tono del rapero era “a veces tranquilo, a veces iracundo, a menudo firme”. “[Combs] decía: ‘De todas formas, no era más que una puta'”, explicó.

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— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) May 17, 2024

“La volvía loca”

Al ser interrogado sobre cómo respondía Ventura ante los tratos, Nash indicó que ella se mostraba triste y a menudo lloraba. Añadió que en varias ocasiones “entraba en depresión” y se encerraba en su habitación.

Por otra parte, el estilista denunció que Combs la amenazaba reiteradamente con “darle una paliza” y con “filtrar sus videos sexuales”. “La volvía loca. Se ponía muy sensible. Podía quedarse en casa días enteros”, afirmó.

Denuncias de abusos

Ventura acusó a Combs de abusar física y emocionalmente de ella y de ejercer control sobre prácticamente todos los aspectos de su vida. Además, afirmó que la obligaba a participar en sus fiestas sexuales, conocidas como ‘freak offs’ y reveló las marcas físicas que dichas orgías le dejaron.

Combs insiste en que los encuentros fueron consensuados. Al mismo tiempo, sus abogados afirman que, si bien su cliente pudo ser agresivo y violento, no es un traficante sexual y nada de lo que hizo constituyó una actividad criminal. Si es declarado culpable, se enfrenta a cadena perpetua.

Fuente: RT

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