Evidente la Obra de Drenaje Mal Hecha en la Avenida Constituyentes de Chetumal 

29 Abr. 2025

 

  • La alcaldesa Yensunni Martínez intentó desmentir las quejas ciudadanas con mensajes propagandísticos y defender su reprobada gestión.

 

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 29 de abril. – La obra millonaria de la avenida Constituyentes, en la intersección con la calle Tomás Aznar, es un claro ejemplo del fracaso en la gestión de Yensunni Martínez Hernández, presidenta municipal de Othón P. Blanco.

A pesar de que la obra fue presentada como una solución definitiva a los problemas de inundación en la zona, la realidad ha demostrado lo contrario. Una lluvia de apenas media hora este martes provocó nuevamente que el lugar se convirtiera en una laguna, dejando al descubierto la ineficiencia del sistema de drenaje implementado.

Ante la avalancha de críticas ciudadanas, la presidente se vio obligada a recurrir a mensajes propagandísticos en Facebook para tratar de desmentir las quejas y defender su gestión.

El intento de la presidenta por justificar la obra fallida resultó, cuanto menos, insostenible.

Con frases como “muy diferente a lo que ocurría antes, cuando tardaba días inundado”, se intenta restar importancia al evidente desastre de la obra, que no ha logrado resolver el problema de encharcamiento que afecta tanto a la avenida Constituyentes como a las calles y casas aledañas. Este tipo de justificaciones solo evidencian el intento desesperado por desviar la atención del fracaso, sin asumir la responsabilidad que le corresponde al gobierno municipal.

Los hechos hablan por sí mismos, la obra de drenaje no cumplió su propósito pues inclusive nuevamente se tuvo que recurrir a romper el camellón central para desfogar el agua.

Al igual que en años anteriores, fue necesario el auxilio de Bomberos y Protección Civil para retirar el agua acumulada, lo que pone en evidencia la falta de planificación y de soluciones reales en la infraestructura municipal. Mientras tanto, las autoridades insisten en que la inversión millonaria fue bien empleada, a pesar de que las consecuencias del mal trabajo son palpables en cada lluvia, afectando la vida de los ciudadanos de Othón P. Blanco.

Lo que es aún más alarmante es que el personal del Ayuntamiento y de la Comisión de Agua Potable (CAPA), en un intento por corregir el desastre, tuvo que recurrir a métodos improvisados, romper el camellón central para inundar el otro carril de la avenida y despejar el que sistemáticamente se inunda.

Esta decisión refleja la falta de una estrategia coherente y bien ejecutada, que podría haber evitado la repetición de los mismos problemas que supuestamente se iban a resolver con la obra.

La situación en la avenida Constituyentes no es un caso aislado. Este tipo de obras mal ejecutadas son recurrentes en el municipio, lo que genera una creciente desconfianza en la administración de Yensunni Martínez.

Los ciudadanos, que año tras año enfrentan los mismos problemas sin que se les ofrezca una solución real, ya no creen en los discursos oficiales ni en los intentos de justificar la incompetencia con mensajes de propaganda o publicidad.

En este contexto, es urgente que la presidenta y su equipo de trabajo dejen de evadir la realidad y asuman la responsabilidad de una obra que no cumplió con las expectativas ni con las necesidades básicas de los ciudadanos.

El mal manejo de los recursos públicos, sumado a la falta de transparencia en las decisiones tomadas, no solo pone en evidencia la ineficiencia de la administración municipal, sino que también agrava la situación de quienes viven en áreas afectadas por la mala infraestructura.

El tiempo de excusas ha terminado, lo que Othón P. Blanco necesita es una solución efectiva y no promesas vacías ni justificaciones que solo profundizan el descontento popular.

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

RHM

 

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