• La Mutación Genética Que Dio Lugar A Los Ojos Azules En La Región Al Norte Del Mar Negro Ha Influido En La Evolución De Poblaciones De Europa Del Norte Y Su Expansión A Través De Migraciones

 

Redacción / CAMBIO 22

Los ojos azules, característicos de personas en regiones como Escandinavia y Europa del Norte, tienen un origen inesperado. No siempre existieron en la humanidad; de hecho, son fruto de una mutación genética en un antepasado que vivió entre 6,000 y 10,000 años atrás, en la región al norte del Mar Negro. Gracias a los avances en genética, hoy sabemos más sobre cómo este rasgo se ha expandido a distintas poblaciones a través de la migración y el mestizaje, y qué factores ambientales y culturales pudieron influir en su popularidad.

El origen de los ojos azules se remonta a una sola mutación en el gen OCA2, que controla la producción de melanina en el iris. El profesor Hans Eiberg, de la Universidad de Copenhague, descubrió que esta mutación redujo la cantidad de melanina en el iris de una persona, haciendo que sus ojos fueran azules. Desde entonces, esta característica se ha transmitido de generación en generación, alcanzando hoy a más de 150 millones de personas en todo el mundo.

Las personas de ojos azules proceden de un ancestro común

Aunque el gen OCA2 es responsable de la melanina, que determina el color de ojos, piel y cabello, la mutación en un gen cercano afecta específicamente al iris, permitiendo que se manifiesten ojos de color azul sin afectar otras áreas del cuerpo. Por esta razón, las personas con ojos azules no presentan albinismo, sino simplemente una reducción del pigmento en el iris.

La expansión de los ojos azules a través de la historia

Este cambio genético surgió en un contexto de migración y mezcla genética que ha marcado la historia de la humanidad. Los primeros humanos emigraron de África hacia Europa, y con el tiempo, el rasgo de los ojos azules se expandió principalmente en poblaciones caucásicas debido a la combinación genética en esas regiones.

Actualmente, Estonia cuenta con la mayor proporción de personas con ojos azules, alcanzando casi el 90% de su población. Otros países nórdicos, como Finlandia, Suecia e Islandia, también presentan altas frecuencias de ojos azules. En el sur de Europa, donde la exposición al sol es mayor, predominan los ojos de tonos más oscuros. Estos datos ilustran cómo los factores ambientales, como la menor necesidad de melanina en climas fríos y con menos sol, pudieron facilitar la prevalencia de ojos claros en el norte de Europa.

El sorprendente origen de los ojos azules: Una mutación genética única que  conecta a millones de personas

La investigación detrás del hallazgo

Para determinar el origen de esta mutación, los científicos analizaron registros genéticos de familias danesas, concentrándose en individuos con ojos azules y excluyendo aquellos con tonos mixtos. Los resultados mostraron que el rasgo de los ojos azules está asociado a una variante recesiva del gen OCA2, lo que implica que ambos padres deben portar la mutación para que un hijo nazca con ojos azules, incluso si solo uno de ellos presenta el color visible.

Este estudio resalta la constante variabilidad genética que ocurre en la especie humana, sin que cada mutación esté necesariamente vinculada a la mejora de la supervivencia. En este caso, la mutación responsable de los ojos azules no confiere ninguna ventaja o desventaja significativa, sino que es un ejemplo de la diversidad que caracteriza a la humanidad.

Factores culturales y ambientales en la popularidad de los ojos azules

Además de las condiciones ambientales, se ha sugerido que la rareza de los ojos azules pudo hacerlos especialmente atractivos en ciertas culturas. En el norte de Europa, los ojos claros eran menos comunes y posiblemente más valorados en determinados contextos sociales y culturales. Esto, junto con las migraciones y la mezcla de poblaciones, contribuyó a la difusión de los ojos azules a lo largo de la historia.

En términos evolutivos, la mutación que originó los ojos azules es solo una de las muchas variaciones naturales en el genoma humano. Este rasgo no representa una mejora o disminución en la capacidad de supervivencia, sino una muestra de cómo la genética puede dar lugar a características únicas y fascinantes que se mantienen en las poblaciones por generaciones.

 

 

 

Fuente: Gizmodo

redaccion@diariocambio22.mx

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