Un equipo de investigación encabezado por NatureServe y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) realizó un estudio global a 10 mil 196 especies de reptiles registradas, y se comprobó que actualmente no existen acciones de conservación para estos animales.
El equipo de investigación indica que de las especies evaluadas, al menos mil 829, es decir, al menos el 21 por ciento están en peligro de extinción, ya sea como vulnerables, en peligro o en estado crítico. Los animales más amenazados son las tortugas y los cocodrilos.
Y a pesar de que son pocas las acciones para conservar a la especie, el estudio señala que muchos de los reptiles se pueden llegar a beneficiar de los esfuerzos de conservación dirigidos a salvar a otros animales.
La investigación se llevó a cabo principalmente en especies de: tortugas, cocodrilos, lagartos, serpientes y la tuatara, reptil endémico de Nueva Zelanda y que es considerado el único miembro vivo de un linaje que evolucionó en el periodo Triásico, hace entre 200 y 250 millones de años.
La mayoría de los lugares en que habitan los reptiles se asocian con hábitats áridos como los desiertos y los matorrales, sin embargo, también hay especies en áreas como las boscosas.
Y el estudio señala que el 30 por ciento de las especies que viven en estas últimas están en peligro de extinción, en comparación al 14 por ciento de los de zonas áridas.
Los lugares donde se concentra la mayor amenaza hacia los reptiles, de acuerdo con el estudio, se ubican en el sureste de Asia, África occidental, el norte de Madagascar, el norte de los Andes y el Caribe.
Principales causas del peligro en los reptiles
El grupo de investigación señala que las causas de las amenazas de los reptiles son factores como:
- La agricultura
- La tala de árboles
- El desarrollo urbano
- Las especies invasoras
En el caso del cambio climático, el estudio señala que el riesgo que supone es incierto.
El estudio indica que muchos de los peligros que enfrentan los reptiles para su conservación son similares a los de otros grupos de especies, es por eso que los esfuerzos de conservación para proteger a otros animales, como la restauración del hábitat y el control de las especies invasoras, pueden beneficiar también a los reptiles.
Para el grupo de investigación, las acciones de conservación, a pesar de que no están ligadas directamente con los reptiles, han ayudado para su preservación.
Bruce Young, quien encabeza la investigación, señala que los reptiles representan “una herencia evolutiva única en el árbol de la vida” y, si el 21 por ciento de especies amenazadas desapareciera, “perderíamos una acumulación de 15 mil millones años de evolución”.
Reptiles merecen acciones de conservación urgentes
El estudio concluye que a pesar de que las acciones para conservar otras especies también benefician a los reptiles, estos necesitan medidas de conservación urgentes y específicas, especialmente los lagartos endémicos de las islas amenazados por los depredadores introducidos y los que sufren un impacto más directo del ser humano.
En el caso de las tortugas y los cocodrilos, la caza y la modificación del hábitat es la principal amenaza, ya que la mitad de las especies se encuentran en peligro de extinción.
“Los reptiles no se utilizan a menudo para inspirar acciones de conservación, pero son criaturas fascinantes y desempeñan funciones indispensables en los ecosistemas de todo el planeta” como su control de las especies plaga y servir de presa a las aves y otros animales, destacó el presidente de NatureServe, Sean T. O’Brien.