Estrategia de Seguridad del Gobierno Federal Debe Cambiarse: Obispo de Cancún-Chetumal
27 Oct. 2024
Alejandro López / CAMBIO 22.
Cancún, Quintana Roo, 27 de octubre. – El obispo de la Diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas consideró que se debe cambiar la estrategia de seguridad por parte del gobierno federal a fin de que se obtengan los resultados que la gente espera.
Lo anterior, tras ser cuestionado sobre el asesinato del sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, ocurrido la semana pasada en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde lamentó este hecho al sostener que era una persona muy querida y que pugnaba por la paz.
“El pueblo lo quería muchísimo y ayudaba muchísimo, que triste, que lamentable, desconsolador. Siente uno una impotencia muy grande; es la esperanza que todos tenemos que esa estrategia que no funcionó que la cambien ¿qué pasa? ¿Cuál es el problema?”, mencionó.
Abundó que no se puede seguir así, por lo que es necesario que se cambie la estrategia, al reconocer que las autoridades federales tienen todos los recursos y la inteligencia, así como la capacitación para lograr esa seguridad que se requiere en el país.
Indicó que este sacerdote estaba muy identificado con el clamor del pueblo, que sentía lo que la gente tenía y junto con otros sacerdotes organizaron una marcha en Tapachula, Chiapas para pedir paz y seguridad y que las autoridades realizaran el trabajo.
Agregó que este sacerdote siempre ayudaba a la gente y lamentó que su muerte haya sido ocasionada por la misma inseguridad que tanto criticó y buscó combatir desde su trinchera.
Hay que resaltar que este domingo, al concluir el rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Papa Francisco envió su solidaridad a la Iglesia Católica de México luego del lamentable asesinato del sacerdote tzotzil.
“A la amada Iglesia de San Cristóbal de las Casas, en el estado mexicano de Chiapas, que llora por el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, asesinado el pasado domingo. Un fervoroso servidor del Evangelio y del pueblo fiel de Dios, que su sacrificio, como el de otros sacerdotes asesinados por fidelidad al ministerio sean semillas de paz y vida cristiana”, expresó ante la multitud el Sumo Pontífice.
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