Redacción /  CAMBIO 22 

José María Morelos, 27 de octubre – La milpa tradicional de José María Morelos, sembrada por generaciones de campesinos, ha sufrido un duro golpe este año. El fenómeno de la lluvia ácida, conocida entre los mayas como “K’ankubul”, ha devastado los cultivos , dejando a muchos agricultores en una situación difícil.

Pedro Cohuo, un veterano de la milpa en Sabán, relató cómo esta temporada los cultivos de elote y otros productos que dependen de las lluvias del temporal han sido arrasados. Aunque Cohuo y otros agricultores optaron por una siembra tardía en septiembre y octubre, con la esperanza de aprovechar el agua de la temporada de huracanes, la llegada de la “mala lluvia” dejó sus esfuerzos en vano.

“Yo soy milpero, siempre tengo mi milpa, pero el elote ya lo perdí, nomás quedó la calabaza, que aguantó,” dijo Cohuo, evidenciando el impacto de la lluvia ácida en los campos. Explicó que los bejucos de calabaza fueron los únicos que resistieron, pero el maíz y otras siembras se secaron, afectando severamente la cosecha.

Para Poot Cohuo, otro agricultor local, la “K’ankubul” marca un desastre agrícola que repercutirá en las familias de la zona. La pérdida de la cosecha de maíz, el grano básico de su dieta, anticipa un año difícil, en el que la escasez alimentaria podría ser una realidad para las familias que dependen de sus milpas.

Este fenómeno es un recordatorio de la vulnerabilidad de la agricultura tradicional frente a las alteraciones ambientales, una preocupación cada vez mayor en las comunidades rurales.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx 

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