Estás Pagando $300 Pesos por 1 Litro de Agua y ¡no lo sabes!
13 Mar. 2024
Redacción /CAMBIO22
La tendencia actual es poder tener la “mejor” carne, que sea más “suave” y lo más barata posible, pero… ¿cómo lo podemos conjuntar?…
El mayor detonante de compra en el consumidor, es la suavidad, la cual sabemos va ciertamente vinculada con el marmoleo y otros factores que la promueven. Sin embargo, esto necesariamente no va de la mano con un precio más barato. Entonces, ¿cómo poder ser “competitivo” en el mercado?
El hecho es que cada vez vemos más productos cárnicos en el mercado con una mayor cantidad de inyección, es decir carne con ciertos ingredientes, como puede ser la papaína, utilizada para suavizar la carne, o el sodio (sal), a través de la cual se logra la retención de agua en el producto. De esta manera se obtiene mayor peso y por ende un producto más asequible.
Ahora bien, ¿qué cantidad de agua se le puede inyectar a la carne?
Dependerá de la naturaleza del corte y de su capacidad para retener agua, así como del sistema utilizado para la inyección, pero comúnmente vemos carne inyectada desde un 15% y hasta 60%, en un entorno de mercado que es regido netamente por el precio.
¿Qué pasa con estos productos inyectados?
Pues en el corto plazo pudiera existir un beneficio de utilidad para el punto de venta, y de “ahorro” para el consumidor, sin embargo, el problema lo veremos en el futuro por ciertas cuestiones de salud, pero principalmente, el consumidor se acostumbrará al sabor, textura, palatabilidad y mordida de un producto que ha sido modificado en menor o mayor cantidad.
Hagamos un ejercicio para poder visualizar mejor esta situación: tengo un kilo de carne que vale $300 pesos. Le vamos agregar solamente el 20% de inyección, recordemos que en la realidad va desde el 15% hasta el 60%, pero en este ejercicio será sólo el 20%. Ahora tengo 1.2 kilos de carne con un precio de $300 pesos. Es decir, esos 200 gramos de agua tienen un valor de $60 pesos. Si cada 200 gramos valen $60 pesos significa que 1,000 gramos de agua inyectados son $300 pesos. ¿Caro o barato?
Ahora, esto no significa que la carne inyectada sea mala, ojo con esto. Lo que sí está mal, es que al consumidor no se le informe. Hoy en día, estamos en un mundo más competitivo, pero también tenemos a un comprador más conocedor, conectado y analítico, quien debe tener la oportunidad de escoger lo mejor para él, de entre toda la gama de productos, con conocimiento de causa.
Los consumos de proteína cárnica han crecido en los últimos años y como industria tenemos que proveer todas las herramientas para que el consumidor pueda elevar su conocimiento y elegir lo más apropiado. Hay mucho por hacer y tenemos que pensar que si la industria no elabora una estrategia en beneficio de la categoría de carne en un futuro cercano (y hablo de no más de 10 años), veremos un producto cárnico modificado y no natural como preferencia principal de los comensales.
Busquemos cómo regresar a lo básico, y mantengamos la proteína cárnica como una fuente sana de alimentación y no como un vehículo para la generación de problemas futuros.
Fuente : Ganaderia
redaccionqroo@diariocambio22.mx
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