• El maluro soberbio canta a sus huevos, influyendo en el aprendizaje de los cantos de sus polluelos antes de nacer.

 

Redacción/CAMBIO 22

Investigadores en Australia han revelado un fenómeno asombroso en el mundo de las aves: las hembras del maluro soberbio (Malurus cyaneus) cantan a sus huevos antes de que estos eclosionen. Este descubrimiento, que inicialmente se observó mientras se monitoreaban sus nidos, ha abierto nuevas puertas en el entendimiento del comportamiento aviar.

Los expertos notaron que los polluelos, una vez nacidos, replicaban una melodía similar a la que sus madres habían entonado durante el período de incubación. Este patrón de canto, consistente en una serie de trinos y silbidos, parecía ser una versión de la canción materna, aprendida aún dentro del huevo.

La prueba: intercambiando huevos

Para comprobar esta hipótesis, se llevó a cabo un experimento donde se intercambiaron huevos entre diferentes nidos. Los resultados fueron claros: los polluelos adoptaron la canción del nido en el que eclosionaron, no la de su nido original. Este hallazgo sugiere que el aprendizaje de la canción ocurre in ovo, un comportamiento aprendido antes del nacimiento.

Ampliando el estudio, los investigadores descubrieron que este comportamiento no se limita a una sola especie, sino que se extiende a otras siete especies relacionadas a esta especie. En todos estos casos, se observó a las hembras cantando a sus huevos, especialmente a partir del décimo día de incubación, sin presencia de otros pájaros cercanos.

Este comportamiento parece ser común entre este tipo de pájaro australiano, pertenecientes a la familia Maluridae, sugiriendo que podría haber evolucionado en su ancestro común hace millones de años.

Mito revisado

Históricamente, se ha asumido que el canto de las aves era una característica predominantemente masculina, asociada con el cortejo. Sin embargo, estudios recientes, incluido este, demuestran que más del 70% de las aves cantoras hembras en todo el mundo también cantan. Curiosamente, se cree que el canto de las aves se originó en Australia hace unos 33 millones de años, precisamente donde se encuentra el Malurus cyaneus.

Este nuevo entendimiento sobre el canto femenino en las aves indica que no se trata de un error evolutivo, sino de una función importante en la vida aviar. Aunque el aprendizaje del canto en la etapa embrionaria ha sido poco estudiado, este descubrimiento aporta luz sobre el tema.

El estudio también sugiere que este canto temprano podría tener funciones adicionales, como protección contra parásitos como el cuco, que deposita sus huevos en nidos ajenos. Los polluelos de cuco no tienen tiempo suficiente para aprender la canción específica, lo que podría servir como una suerte de ‘contraseña’ para identificar a los verdaderos polluelos.

 

 

Fuente: DW

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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