• A pesar de que partieron de nuestro país hacia las culinarias del mundo, hoy los jitomates nativos son desplazados por variedades de otras latitudes


Redacción/CAMBIO 22

Conocido científicamente como Solanum lycopersicum, el tomate es originario de Sudamérica. Sin embargo, nuestro país es considerado su centro de domesticación pues de aquí partió hacia Europa para integrarse a las distintas gastronomías mundiales. Y es que el territorio nacional es rico en variedades de jitomates nativos pero desafortunadamente, variedades comerciales los han desplazado de supermercados y mercados locales.

Los jitomates nativos han sido desplazados por variedades más comerciales

Breve historia de esta hortaliza

Aunque en el resto del mundo hispanohablante sea conocido como tomate, en nuestro país esta hortaliza es llamada jitomate, haciendo referencia al náhuatl xitomatl, que significa “ombligo de agua gorda”.

Igualmente, se sabe que en la época precolombina, el jitomate no solo tenía una función alimenticia, también se usaba con fines medicinales para aliviar la fiebre, el dolor de cabeza y el de garganta; enfermedades de la piel y además era parte de las ofrendas en algunos rituales.

Más tarde, en el periodo colonial, la hortaliza fue llevada por los españoles a Europa y de ahí su uso se extendió al resto del mundo.

Estas hortalizas nativas son ricas en biodiversidad

Los jitomates nativos mexicanos, en el olvido

Hoy el jitomate tiene más de cinco siglos de ser parte esencial de las cocinas mexicanas; de hecho, según información del Gobierno de México, es la hortaliza más sembrada en México junto con el chile verde.

No obstante, por razones económicas, se ha privilegiado la siembra de variedades no nativas, como el saladet y el bola; relegando la importancia del sabor y aroma del fruto. Adicionalmente, cultivar estos jitomates requiere una gran cantidad de fertilizantes, agua y un entorno controlado, pues no son muy resistentes a los cambios climáticos.

El saladet es una de las variedades más comercializadas

Jitomates nativos mexicanos, patrimonio biocultural de México

En cambio, especies nativas como el oaxaqueño, el negro, los arriñonados, chinos criollos, cuadrados, ojo de venado, tipo pimiento y cuerno de los andes sorprenden por su consistencia, mejor sabor y aroma. Además, al ser especies ancestrales, sobreviven en diversas condiciones ambientales.

Lamentablemente, es difícil encontrar alguna de estas variedades en las principales ciudades del país pues se cultivan en regiones de estados como Puebla y Oaxaca, solo para autoconsumo y comercialización local.

El jitomate riñón o arriñonado, típico de Oaxaca

Iniciativas para preservar la biodiversidad mexicana

A pesar del panorama, no faltan proyectos que buscan llevar los jitomates nativos de nueva cuenta a los mercados locales. Tal es el caso de la Feria del Jitomate Nativo y Ancestral de México, organizada en Oaxaca y en la Ciudad de México.

Finalmente, en este tipo de foros, se dan a conocer diferentes variedades nativas de esta hortaliza; buscando que vuelva a ser apreciada por los consumidores y reintegrada en las cocinas caseras y de los restaurantes.

 

 

Fuente MEXICO DESCONOCIDO

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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