Insistió en que este tipo de actos criminales, aunados al homicidio de la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, cometido el 15 de junio anterior y a otros ataques contra otros alcaldes, dejan en evidencia que ni siquiera el ejercicio de un cargo público garantiza la seguridad. La descomposición institucional es cada vez más evidente y preocupante.

Impunidad para agresores
La organización subrayó que en la mayoría de los crímenes se tienen altos niveles de saña, despojo y odio hacia los cuerpos. Lo más preocupante, agregó, es que el mensaje es claro: en Oaxaca las mujeres siguen siendo asesinadas sin consecuencias para los agresores.
Ante esta situación de emergencia, GESMujer realizó una serie de demandas al gobierno jarista, entre ellas la aplicación de políticas integrales con perspectiva de género que incluyan protocolos eficaces para prevenir la desaparición y asesinato de mujeres, niñas y disidencias.
También exigió que se dé protección urgente a defensoras, activistas, liderazgos comunitarios y mujeres en riesgo, quienes hoy viven bajo amenaza ante un Estado que no garantiza su integridad; cero tolerancia a la impunidad, con investigaciones inmediatas, sin dilaciones, sin omisiones, sin encubrimientos.
Denunció que en Oaxaca la justicia es lenta, las investigaciones insuficientes y las autoridades siguen sin actuar con la responsabilidad que exige esta crisis. Exigimos a los tres niveles de gobierno que dejen de emitir discursos y comiencen a garantizar seguridad real y acceso efectivo a la justicia.






















