En Medio de la Ola de Calor, el IMSS “Bienestar” Está Colapsado Desde su Nacimiento

► Todo un viacrucis padecen afiliados que buscan atención médica, algún trámite o papeleo o la simple inscripción

► La Clínica familiar número 16 tiene dañados sus aires acondicionados desde hace semanas en algunos consultorios en tanto el personal se enfrenta con fallas en el sistema y falta de equipo

Olivia Vázquez/CAMBIO 22

CANCÚN, Q. ROO, 14 de mayo.-En medio de la oleada de calor que enfrenta este destino, el IMSS poco a poco colapsa en sus instalaciones haciendo pasar un verdadero viacrucis a sus afiliados que buscan la atención médica, algún trámite o papeleo o la simple inscripción. La Clínica familiar número 16 tiene dañados sus aires acondicionados desde hace semanas en algunos de sus consultorios en tanto el personal se enfrenta con fallas en el sistema, con falta de equipo y con las interminables filas que se generan en su nueva versión del IMSS Bienestar que se está dando y que nace colapsado sin ningún visto de mejora.

Derechohabientes que buscan la afiliación pueden pasarse hasta tres horas en una fila interminable en tanto el sistema de aire acondicionado no funciona y sólo se pueden tomar algunos respiros con los vientos de surada que se reportan desde este fin de semana y que entran por los techos maltrechos que sostienen la estructura o por las ventanas que están abiertas para tratar de que se genere corriente.

Ya en las ventanillas de trámites donde se verifican vigencias, prorrogas para medicamentos y demás trámites, así como la ventanilla única para los que llegan enfermos sin cita, las condiciones son similares y un solo trámite le lleva a las personas más de dos horas por las fallas de sistema que se dan, por la falta de personal capacitado que atiende harto del caos que se genera y que termina maltratando al paciente o familiar que busca la ayuda y que se ve obligado a perder todo el día para poder recibir una atención relacionada con la salud.

En el área de consulta familiar, son al menos cuatro consultorios los que se mantienen con la puerta abierta porque no sirve el aire acondicionado y los pacientes con citas establecidas, tienen que esperar en el pasillo buscando una ventisca de aire o utilizando abanicos improvisados para esperar su turno, mientras las asistentes que operan en cada consultorio, ponen a toda velocidad los ventiladores que sólo arrojan aire caliente al recinto.

El colapso del IMSS Bienestar es evidente y así se escucha por el mismo personal que también lleva años quejándose de una y otra cosa sin esperanza de que algo mejore y con el riesgo que corren todos los que entran sin estar enfermos y salir con alguna enfermedad por lo insalubre de las instalaciones y el fuerte calor.

El colapso del IMSS Bienestar se vive desde la entrada de la clínica se aprecian docenas de personas que esperan bajo la sombra en tanto logran liberar un trámite o recibir la consulta, para después cruzar los dedos y encontrar en la farmacia todos los medicamentos que se les prescriben, pues sino hay, sólo se encontrará con letrero que pide comunicarse al IMSS Bienestar y que después de más de una hora, le contestarán para apuntar su receta, pero llegará el otro mes sin que reciba una respuesta favorable al medicamento que no fue surtido.

En este viacrucis se encuentran los derechohabientes que se ven en la necesidad de acudir al nuevo modelo de IMSS Bienestar que se impulsa a nivel estatal y nacional y que sigue siendo el mismo servicio carente que se viene dando desde hace muchos años con una burocracia y un sistema que repite su falla de origen, la falta de recursos y la alta burocracia con que se maneja un servicio de salud en México.

En los pasillos de cualquier clínica del IMSS sólo se ve el desfilar de docenas de personas, ya sea con enfermedades evidentes, alguna discapacidad, adultos mayores o alguna lesión en el cuerpo que pasan de una ventanilla a otra buscando que alguien les pueda atender en unas tres horas que se pierde en cada asistencia a cualquiera de esas clínicas que se rigen con el IMSS Bienestar que colapsa desde su nacimiento.

o.vazquez@diariocambio22.mx

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