Líderes como el cardenal Robert McElroy de Washington y el cardenal Blase Cupich de Chicago se han manifestado enérgicamente sobre la migración, pero las próximas elecciones y los nombramientos del papa para la jerarquía eclesiástica estadounidense serán cruciales.

Durante el pontificado de Francisco, algunos obispos se mostraron reacios a su agenda y prioridades, y algunos católicos conservadores esperaban que León XIV representara una ruptura con su predecesor.

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Pero Faggioli insiste en que, tras los primeros seis meses, cualquiera que creyera que León sería un “papa anti-Francisco o post-Francisco” se está “engañando”.

Al igual que Francisco, León ha enfrentado críticas de católicos conservadores estadounidenses y partidarios de MAGA, molestos por sus comentarios sobre migración y cambio climático.

León tiene mucho trabajo y muchas decisiones importantes que tomar. Ha mantenido una agenda muy apretada de reuniones y actos públicos mientras la Iglesia católica sigue celebrando el Año Jubilar —que tiene lugar cada veinticinco años— con un número cada vez mayor de peregrinos que acuden al Vaticano.

A finales de este mes, emprenderá su primera visita al extranjero como papa —viajando a Turquía y Líbano del 27 de noviembre al 2 de diciembre— durante la cual se espera que haga hincapié en la paz en Medio Oriente.

Cuando apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro a principios de mayo, León parecía visiblemente emocionado. Pero tras pasar estos primeros meses adaptándose a su nuevo papel, el primer papa estadounidense va encontrando poco a poco su ritmo habitual.