En la Cuarta Entrega del Cómic “La caída de Tenochtitlán” Narran la Matanza de Cholula

•  El nuevo número continúa con la historia de “Atoctli”, quien busca advertir al Huey Tlatoani de la presencia de los conquistadores

Redacción / CAMBIO 22

Con apasionado interés por mostrar lo emocionante del pasado mexicano, el artista visual José Luis Pescador lanza el cuarto volumen de su serie de cómics, “La caída de Tenochtitlán”, con la cual continua la historia de “Atoctli”, un joven tlacuilo o escribano, quien en el anterior número había sido dado por muerto en una batalla y que ha adquirido la tarea de advertir al Huey Tlatoani de lo poco fiables que son los invasores barbados que se aproximan a la capital del imperio.

En este nuevo número se revelará que “Atoctli” vive, luego de ser rescatado por un misterioso guerrero jaguar. Tras recuperarse con las atenciones de una vieja sabia decide seguir su camino hasta Tenochtitlán, pero ha decidido detenerse en la ciudad de Cholula, donde los invasores negocian alojamiento. “Atocli” no imagina que será testigo de uno de los hechos más sangrientos que halla visto en su vida: La Matanza de Cholula en la que más de tres mil personas fueron masacradas por armas tlaxcaltecas y españolas.

“La primera gran matanza de indígenas en México fue la de Cholula, que a su vez fue la cuarta en el continente americano. Después vendrían muchas más, pero fue a partir de ella que los acontecimientos pasaron a ser más trágicos”, dice el artista visual José Luis Pescador, en entrevista con El Sol de México, sobre este suceso ocurrido el 14 de octubre de 1519, que toma el centro de este nuevo libro.

“Me parecía que debía tener una importancia capital en este cómic. De hecho, a partir de ella los personajes empiezan a contar los días de nuevo: ‘Han pasado once días desde la matanza en Cholula’, por ejemplo, porque creo que lo que significó este hecho parece que se pierde ante todo lo que siguió después, durante la conquista”, abunda el artista que lleva publicando la serie desde 2019, la cual tendrá un total de seis entregas, bajo el sello de la Editorial Grijalbo.

Múltiples historias

Y si bien, este número se centra en aquellos sangrientos sucesos, Pescador afirma que entrelaza un gran número de historias, entre ellas la de Malintzin o Malinche, que en la entrega pasada había tomado el foco; o la de soldados españoles y gobernantes indígenas, quienes, a pesar de no haber tenido un rol protagónico en la historia, ilustran con mayor detalle el contexto. Esto, considera, impulsado por la gran posibilidad que ofrece el formato del cómic para poder reconstuír escenarios completos.

“He querido que no se romantice la historia y que no se dejen de lado a los demás pueblos, porque creo que es necesario que descubramos más, aunque sea sólo mostrando un poquito, de todo lo que estaba sucediendo alrededor de todos ellos, poniendo el énfasis en que al final también se trató de un conflicto político.

“Hay otros personajes interesantes, como Ixtlilxochitl que pretendió el trono de Texcoco y tiene mucha participación en este número y pronto adquirirá otra relevancia. Lo que se ve es que todos los personajes van tomando cuerpo, no sólo los que estamos acostumbrados, como Moctezuma, aunque por supuesto que tienen un muy importante papel”, apunta el dibujante, quien explica que, para la construcción de estas historias, algunas en el terreno mítico y otras en el histórico, consultó fuentes originales, como códices y crónicas, tanto prehispánicas como novohispanas.

Es pues una obra que tiene varios hilos narrativos que ofrecen varios tipos de emociones a los lectores, sobre todo cuando estos se entrelazan en los acontecimientos históricos más representativos, como es con el que culmina esta cuarta entrega, la representación del primer encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma el 8 de noviembre de 1519.

Colonización cultural

A pesar de que está convencido de que la historia de México es una gran fuente inagotable de historias de gran oportunidad tanto creativa como comercial, José Luis Pescador reconoce que no ha habido tanto interés por parte de dibujantes por hacer cómics con temas históricos, como sucede en otras partes del mundo y cuando llega a suceder, es alejado de la realidad mexicana.

“Creo que hay una colonización cultural en el cómic, porque en muchos cómics que desarrollamos en México vemos el espejo de lo mexicano, pero desde lo extranjero. La influencia del cómic norteamericano ha sido decisiva en nuestro país, de hecho, mucho de nosotros comenzamos a interesarnos en hacerlo por algún cómic gringo, como “La muerte de Superman” (1993), que fue un súper boom.

“Ha sido a partir del superhéroe que creamos nuestra mitología moderna, los mexicanos tratamos de hacer cómics, pero termina siendo una especie de parodia con superhéroes ‘azteco-mayas’, no tenemos una mitología (en el cómic) muy bien marcada, aunque creo que poco a poco está sucediendo. No es un proceso fácil ni es por generación espontánea, sino que es de reflexión muy amplia”, finaliza el autor, quien considera “que los cómics son los códices del presente”.  

Fuente: El Sol De México

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