• De igual manera lo acusan del despojo de Decenas hectáreas en el litoral hondureño

 

 

  • La Fiscalía General de Honduras incautó 233 propiedades de Jorgensen en abril, incluida la casa donde se encontraron los artefactos, después de recibir denuncias de inversionistas canadienses

 

 

Redacción/CAMBIO 22

Más de 3.500 piezas arqueológicas fueron recuperadas de la casa de un controvertido magnate inmobiliario canadiense en Honduras, lo que se suma a una creciente lista de acusaciones penales contra el llamado “Rey del Porno”, que incluyen lavado de dinero, fraude y usurpación de tierras.

Los artefactos se encontraron a las afueras de la ciudad de Trujillo, en la costa norte del país, en la antigua casa de Randy Roy Jorgensen, un promotor inmobiliario canadiense que compró franjas de la costa hondureña en una serie de dudosos negocios inmobiliarios a partir de 2007. Jorgensen era el anterior propietario de Adults Only Video, una multimillonaria cadena de videos pornográficos que le otorgó el apodo de Rey del Porno.

Nuevamente se suspende Juicio contra “Rey del Porno” canadiense por  usurpación de tierras del pueblo Garífuna » Criterio.hn
Jorgensen utilizó sus ganancias para comprar, subdividir y vender terrenos en la costa hondureña, promocionándolos como lotes para jubilados canadienses. Las urbanizaciones se encontraban exclusivamente en tierras reclamadas por la población indígena garífuna de Honduras, quienes poseen títulos ancestrales sobre esos territorios. Los grupos garífunas han presentado denuncias legales por usurpación contra los proyectos de Jorgensen durante años, pero las autoridades hondureñas las ignoraron.

La Fiscalía General de Honduras incautó 233 propiedades de Jorgensen en abril, incluida la casa donde se encontraron los artefactos, después de recibir denuncias de inversionistas canadienses. En un comunicado, el ente investigador acusó a Jorgensen de lavado de dinero y de estafar a los canadienses, pero proporcionó pocos detalles adicionales. Los precios a los que Jorgensen compraba y vendía propiedades también fueron reportados de manera incorrecta en las declaraciones públicas, señaló la Fiscalía.

Jorgensen no ha sido detenido ni acusado en relación con las incautaciones de bienes y tampoco respondió a las solicitudes de comentarios de InSight Crime. Los artefactos en el centro de la última polémica de Jorgensen fueron descubiertos por miembros de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), una organización sin ánimo de lucro que representa a la población indígena garífuna.

Los arqueólogos que trabajan con la OFRANEH identificaron 3.511 objetos en 12 días, incluidos collares, máscaras y tres balas de cañón coloniales. Según la OFRANEH, muchos de los objetos estaban hechos de jade y parecían haber sido saqueados de tumbas sagradas. El hallazgo es uno de los más grandes de los últimos años en Honduras e incluía objetos de varias culturas indígenas y precolombinas.

“Las piezas sugieren la profanación de tumbas”, dijo Rony Castillo, miembro de OFRANEH, a InSight Crime. “No solo en Honduras, tuvo que haber sido también en otros lados de Mesoamérica”. 

 

Urbanizaciones conflictivas

Los artefactos culturales descubiertos en la propiedad de Jorgensen marcan el capítulo más reciente de décadas de tensiones entre las comunidades garífunas y el Rey del Porno en esta parte de la costa hondureña, arraigadas en acusaciones de que el ciudadano canadiense se apoderó ilegalmente de tierras indígenas.

Las propiedades de Jorgensen en Honduras están ubicadas en Colón, un exuberante departamento costero con grandes extensiones de tierra tituladas a los garífunas. La región es un centro de inversiones vinculadas al turismo y la agricultura a gran escala. También es la zona más violenta de Honduras, con 57 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2023, casi el doble del promedio nacional. El departamento ha fallado históricamente en reconocer el patrimonio garífuna, lo que ha complicado el caso de OFRANEH contra Jorgensen.

Las actividades inmobiliarias de Jorgensen se aceleraron tras el golpe militar de 2009 en Honduras, cuando el país fue declarado “abierto a los negocios”.  En ese momento Jorgensen empezó a construir condominios de lujo y centros para jubilados.

Las comunidades garífunas presentaron denuncias de usurpación de tierras ante la Fiscalía General de Honduras. Tras una batalla legal de una década, los fiscales demostraron que Jorgensen se había apropiado ilegalmente de tierras garífunas, pero más tarde fue absuelto.

“La impunidad lo está arruinando todo”

Alejandra Fuentes, abogada de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), que investigó los derechos territoriales garífunas en Colón, dijo a InSight Crime que los gobiernos municipales tenían un poder significativo sobre las tierras comunales, pero a menudo se mostraban complacientes con los intereses de los poderosos.

“O las autoridades les han dado permisos que no son correctos, o simplemente se hacen los que no ven eso”, dijo Fuentes. “El que delinque de esta manera no recibe ningún castigo. La impunidad lo está arruinando todo”.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dictaminado en tres ocasiones que el Estado hondureño violó los derechos de las comunidades garífunas al no titular y proteger adecuadamente sus territorios. También ha fallado que Honduras no garantizó el derecho del pueblo garífuna a participar en las decisiones que afectan sus tierras.

Representantes de OFRANEH dijeron a InSight Crime que era poco probable que las propiedades de Jorgensen fueran devueltas a los garífunas, debido al historial de inacción del Estado hondureño ante denuncias previas de usurpación de tierras.

 

 

Oculto a plena vista

Aunque los intentos de OFRANEH de responsabilizar a Jorgensen de la usurpación de tierras han sido infructuosos hasta la fecha, la organización espera que la Fiscalía General pueda interesarse por los objetos arqueológicos hallados en la propiedad del promotor.  OFRANEH presentó una denuncia ante la Fiscalía General el 26 de noviembre y afirmó que las piezas de la colección de Jorgensen parecían haber sido excavadas ilegalmente “con fines de tráfico”.

“El que adquiere las piezas por sí mismo ya se considera traficante”, dijo un abogado de la OFRANEH a InSight Crime. “Se trata de una cantidad demasiado grande. Para tener una colección de piezas se debe contar con la autorización del Estado”. Castillo añadió que era “extraño” que el Fiscal General no hubiera reconocido el valor de los 3.511 artefactos que había en la propiedad de Jorgensen durante la incautación inicial en abril.

“Ellos [la Fiscalía General]  hablan de que hay una lancha tiburonera. Se habla de que hay unos tractores, pero nunca dice de que hay piezas arqueológicas a la vista. Ni siquiera hace mención”, añadió. El 19 de noviembre de 2024, a través de un medio de noticias nacional, se emitieron falsas declaraciones contra la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), acusándoles de «violencia, saqueo e intimidación» contra extranjeros canandienses entre Trujillo y Santa Fé, Colón.

La acusación fue hecha por tres extranjeras canadienses, quienes aseguran tener títulos en Trujillo y Santa Fé, Colón y que hay más de 400 inversores extranjeros con propiedades en proyectos extractivistas como: Njoi, Campavista, Corozalta y Altavista.

En abril de 2024, el Ministerio Público, inacutó 233 bienes inmuebles, usurpados por los canadienses Randy Roy Jorgensen, Malik Zoharan y Darren Wade Weeks, denunciados por otros canandienses por estafa continuada y lavado de activos.

De acuerdo al Ministerio Público, desde el 2008 estos canadienses suscribieron contratos de compra venta de lotes de terreno para lotificación en Trujillo y Santa Fé, Colón, violentando el derecho al territorio ancestral de los legítimos hijos e hijas de las comunidades garífunas en Trujillo y Santa Fé, Colón.

La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos repudiamos y denunciamos estas acusaciones hechas contra la OFRANEH y los y las defensoras garífunas del territorio ancestral, exponiendo su vida e integridad física en sus territorios.

Exigimos al Estado de Honduras acelerar el cumplimiento de las Sentencias de la Corte IDH ganadas por el pueblo garífuna en sus territorios ancestrales, así como garantizar la no repetición de los hechos en otras comunidades.

¡Ya basta de persecución, racismo y odio contra el pueblo garífuna!

 

 

 

Fuente Sistema de Notícias CAMBIO 22/OFRANEH/Insight Crime

redaccionqroo@cambio22.mx

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