Emotivo Discurso de Despedida en Honor del Dr. Francisco “Pancho “Conde Medina por el Presidente de la Asociación de Cabalgantes de Tizimín.

Carlos Navarrete / CAMBIO 22

Edoardo Luis Arceo Massa, presidente de la Asociación de Cabalgantes de Tizimín en un emotivo homenaje realizado en honor al reconocido y querido Francisco Conde Medina, señaló en su discurso ante amigos, familiares y conocidos que, “Hablar de Francisco Conde Medina, “Don Pancho Conde”, es hablar del amor por las labores del Campo, de la esencia misma y de la idiosincrasia del tizimileño bien nacido; del México rural que hoy sigue sobreviviendo pese a lo avatares del destino”.

Indicó, “Hombre pionero de las artes ecuestres que nosotros los cabalgantes de Tizimín, viviremos agradecidos por su Aporte y por luchar incansablemente por el reconocimiento de los mismos”.

“Y es que, al mencionar el nombre de Don Pancho Conde, en cualquier parte del estado era sinónimo de su amor a los caballos, esos nobles brutos que nos han acompañado a lo largo de la humanidad”.

Arceo Massa afirmó, “Derivado de ello Don Pancho, vio desde la cuarta y última parte del siglo pasado, que las labores del Campo bien podrían ser complementadas con nuestro principal deporte como es la Charrería”.

“Y tras su incursión a la ciudad de México, para cursar la carrera de medicina veterinaria, a la par adquirió los conocimientos suficientes del deporte más mexicano que existe y que es la Charrería”.

El presidente de la asociación recalcó, “Bondadoso con sus semejantes, al retornar a su tierra de origen impartió sus conocimientos a quienes así se lo solicitaban sin mayor interés que el impartir y extender este deporte, el más representativo de nuestra mexicanidad, en una una zona de las más olvidadas del país”.

Así también indicó, “Su dedicación y constancia, de la mano con su amor por los animales y en especial por los equinos, impulsó este noble deporte entre un puñado de entusiastas y adelantados a su época, para hacer brillar a Tizimín en el ámbito estatal, regional y nacional”.

Apuntó, “Hombre bondadoso y paciente, pero a la vez visionario de igual manera fue de los que más impulsaron cualquiera de las actividades ecuestres en la zona”.

Señaló “En alguna etapa de su vida y en un acto de fe religiosa y devota, emprendió anualmente una cabalgata en solitario, donde cubría el circuito Tizimín-Rio Lagartos, para agradecerle al santo patrón Santiago Apóstol”.

Arceo Massa, recordó, “Dos caballos lo apoyaban para tal demostración de fe, misma que realizaba en dos días y tan sólo paraba para descansar en la comunidad de noche”.

Para finalizar reflexionó y dijo, “Dicen que la muerte tiene la virtud de exaltar las virtudes de los desaparecidos, sin embargo, creo firmemente que para Don Pancho Conde, la muerte le quedará a deber, porqué espacio nos faltará a los vivos para honrar la memoria de este pionero de la medicina veterinaria y los deportes ecuestres en este Tizimín nuestro de cada día…”

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