Graciela Machuca Martínez

► Gobierno y presidente municipal, “rehenes” de los grupos de poder que se han enriquecido desde y con el Ayuntamiento.

Quienes viven en Tulum, por ser nativos y porque decidieron quedarse a construir una nueva comunidad o quienes optaron por hacer de Tulum su proyecto de vida, invirtiendo o a través de un empleo, disienten del presidente municipal Diego Castañón Trejo y de los grupos de poder que lo rodean, quienes se empeñan en pregonar a los cuatro vientos que la afluencia turística de la pasada temporada de Semana Santa fue extraordinaria, que se alcanzaron las metas en materia de la derrama económica y que el destino terminó la temporada vacacional con saldo blanco.

Las buenas intenciones y el proyecto de gobierno que tiene Castañón Trejo nada tienen que ver con los intereses de los grupos de poder económico y político que lo rodean y que se han ido integrando a su administración de manera gradual.

 

El gobierno municipal de Tulum está secuestrado por los intereses de la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como los acuerdos con Morena y la gobernadora Mara Lezama, a ello hay que agregarle que poco a poco han ido presionando al presidente municipal para que le abra espacios en la administración a personajes que en otros gobiernos se han caracterizado por saquear el patrimonio municipal.

A las pocas semanas que Castañón Trejo llegó a la presidencia municipal tanto él como su gobierno se han convertido en rehén de los intereses de esos grupos que merodean el patrimonio del Ayuntamiento y el poder del gobierno como aves de rapiña, porque son más rentables los negocios con las inmobiliarias que dar servicios eficientes a la ciudadanía, la cual al final de cuentas financia las actividades del Ayuntamiento y los proyectos político de quienes de esa institución se sirven.

La realidad de Tulum se palpa al recorrer sus calles, sus plazas públicas, sus mercados, al conversar con personas prestadoras de servicios, con restauranteros, meseros, taxistas, pequeños y medianos empresarios que apostaron todo su capital e incluso su vida por Tulum y ahora son víctimas de la delincuencia organizada, así como de la complicidad de autoridades, las cuales están inmiscuidas en la corrupción y por la impunidad alentada por el actuar de autoridades de procuración y administración de justicia.

No podemos hablar de saldo blanco en la temporada de Semana Santa cuando Tulum fue noticia a nivel internacional por el asalto a una cafetería y muerte de dos empresarios visitantes; las fiscalías recibieron denuncias por múltiples delitos, desde los homicidios dolosos hasta las extorsiones, secuestros exprés, robos a mano armada, robos en la vía pública, ¿entonces de qué Tulum nos hablan las autoridades municipales?

Si leemos en las redes sociales, los comentarios que se tuvieron como respuesta a los comunicados de una afluencia turística sin precedentes y al saldo blanco, nos podemos dar cuenta que la población de Tulum está cansada, harta y desesperada porque el presidente municipal habla de otra realidad, “del Tulum de sus sueños”, pero no del Tulum que habitan personas de carne y hueso.

El señor presidente municipal, si quiere ser tomado en cuenta para una candidatura a diputado federal o senador de la república, debe saber que en el municipio que hoy gobierna, el crimen organizado, coludido con agentes gubernamentales, cobra el llamado “derecho de piso” y los empresarios que no pagan las cuotas son víctimas de daño en propiedad ajena, les queman los negocios, sus vehículos, amenazan con hacerle daño a su familia y llegan al asesinato con tal de seguir explotando esa mina de oro que los tres niveles de gobierno le han dejado en charola de plata, por complicidad y ante la incapacidad de ejercer el Estado de Derecho.

Entre los políticos y hombres de negocios beneficiados con la llegada de Diego Castañón Trejo se encuentra el expresidente municipal y hoy regidor Víctor Mas Tah, pues para empezar ya no se le molestará con los pendientes que tiene por haber desviado recursos públicos y asignado obras de manera irregular durante su administración en el trienio pasado.

A la administración de Mas Tah, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), exigió la aclaración de la forma en que se gastó 115.5 millones de pesos del presupuesto municipal del Ramo 28, sin embargo, en México, no hay la normatividad suficiente para ejercer acción penal en su contra, por lo que los políticos seguirán robando, porque ellos mismos son los encargados de diseñar las leyes a su servicio.

Este tipo de negocios los operó quien se desempeñó como tesorero de Víctor Mas Tah, Edgardo Díaz Aguilar, quien ahora ya se encuentra contratado como coordinador de asesores de Diego Castañón Trejo, mejor grado de impunidad no puede haber, al estar dentro del Ayuntamiento al que defraudó y en un puesto clave, por la cercanía con el munícipe en funciones.

Es imposible y antiético, así como falto de empatía con las víctimas y sus familias, que el periodo vacacional terminó con saldo blanco, cuando del primero de enero al 15 de abril, se llevaban documentados 42 asesinatos en vía pública, más los múltiples delitos de los que ha tenido conocimiento la Fiscalía, a lo que se le debe agregar la cifra negra que en la mayoría es de al menos el 90 por ciento, según el INEGI y la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Es lamentable, pero es la realidad, ver en la Revista Proceso un encabezado que dice: “Tulum está bajo fuego”. Solo las autoridades de los tres niveles de gobierno gobiernan al Tulum de paz y tranquilidad, por lo que el pueblo de Tulum les pide que pongan los pies sobre la tierra para gobernar y se olviden que si no hay acciones concretas, los discursos caen por su propio peso.

El saldo blanco que pregona el presidente municipal al término del periodo vacacional es una falacia, seguramente su equipo le esconde la información para que haga declaraciones infundadas.

Durante la noche del día sábado 15 de abril, un hombre fue asesinado con proyectiles de arma de fuego en el edificio Alba Tulum, ubicado en la calle Río Chinal, en la colonia Tumben Ka, en Tulum. Luego de un llamado ciudadano al 911, policía y paramédicos llegaron al lugar de los hechos para constatar que la víctima del ataque había muerto, por lo que procedieron a llamar al personal de la Fiscalía para que realizara las diligencias correspondientes.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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