• Desde los Once Pasos

 

Javier Chávez Ataxca/CAMBIO 22

Lucir camionetones inalcanzables para casi todos los habitantes del municipio maya de 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨, 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐫𝐚𝐩𝐢ñ𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐠𝐨𝐛𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 –principalmente del PRI–, es cachetear los principios que desde su torre de puritanismo proclama Morena, el partido que depositó en la silla a Mary Hernández por el efecto milagroso de San Andrés Manuel López Obrador.

Que presuma estos camionetones de ensueño un alcalde priista o de otra coalición, como el ponzoñoso “Chak Meex” José Esquivel Vargas, si bien no se justifica al menos demuestra las dimensiones de su elitismo y tropelías lanzados al canal de aguas negras por los electores hartos del incumplimiento de promesas y de su corrupción al galope, origen de fortunas repentinas dignas de Las Mil y Una Noches.

Pero 𝐌𝐚𝐫𝐲 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐥𝐝𝐞𝐬𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐨𝐫𝐞𝐧𝐚 𝐲 𝐞𝐬𝐭á 𝐨𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐫𝐞𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐮𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐜𝐢ó𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐡𝐮𝐦𝐢𝐥𝐝𝐞 𝐲 𝐬𝐞𝐧𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮 𝐩𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨 que desde tiempos ancestrales ha estado sumido en la pobreza. Pero ella es copia fiel del priismo voraz recargado, afectada por la arrogancia de quien ha cumplido su “sueño americano” por el camino de la política, a cuenta del noble contribuyente.

𝐌𝐚𝐫𝐲 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐚𝐫𝐬𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐭𝐢𝐥𝐢𝐳𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐛𝐥𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐌𝐨𝐫𝐞𝐧𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐠𝐚ñ𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐥𝐚𝐳𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞𝐭𝐨𝐧𝐞𝐬 que envidiaría Luis Donaldo Colosio Riojas, el alcalde de Monterrey que gobierna con los colores de Movimiento Ciudadano.

Pero el hijo del asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta puede utilizar un Aston Martin Valkyrie de 3 millones de euros si tiene ese capricho porque su municipio tiene billetes que apenas caben en el Cerro de la Silla, no así 𝐌𝐚𝐫𝐲 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐚 “𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐚” 𝐮𝐧 𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫, con mujeres y hombres que sudan desde temprano para llevar la limitadísima despensa del día a sus humildes viviendas.

Supongo que cuando Andrés Manuel acude a sus dominios ella llega a bordo de un Tsuru destartalado para ocultar sus juguetes de niña rica, pero todo Carrillo Puerto sabe que su alcaldesa vive en palacios rodantes, ajena a la jodidez de su pueblo que confió en Morena creyendo que los nuevos serían sus salvadores, pero Mary Hernández les salió peor y además con toda su carga de cinismo construye su reelección.

Y si el pueblo bueno vota de nuevo por ella por ser candidata de Morena, estaríamos ante un caso clínico digno de estudio, porque 𝐚 𝐟𝐫í𝐯𝐨𝐥𝐚𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐮𝐩𝐭𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐌𝐚𝐫𝐲 𝐇𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐚 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐬𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐞𝐭𝐞 𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐚𝐥, pero del juicio de la historia nunca escapan.

Fuente: Facebook

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/RCM

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM
WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM