Refuerza el Ejército sus Operativos Tácticos en Quintana Roo
14 Jul. 2022Renán Castro Madera/CAMBIO 22
Las autoridades federales lo saben; la disputa a sangre y fuego entre Los Sinaloa (Chapitos) y el CJNG, detonaría de nuevo la violencia en toda la geografía quintanarroense.
Y no pueden darse el lujo de que se salga de control nuevamente, por la llegada de la 4T, a la titularidad del gobierno del estado.
“Suerte te dé Dios, que el saber poco te importa”, decía el maestro en historia, José Canto López. Y sale a colación por el respaldo que está demostrando el gobierno federal para arropar la administración que encabezará Mara Lezama Espinosa.
El alto mando de nuestras instituciones militares conocen perfectamente el fracaso y los aciertos del proyecto de seguridad pública implementado en el sexenio que fenece.
Las fuerzas armadas acudían a las mesas de trabajo que implementó el gobierno del estado, llamadas rimbombantemente “Mesa por la Construcción de la Paz y Seguridad de Quintana Roo, pese a los magros avances que se obtenían con el malogrado plan de trabajo diseñado por Jesús Alberto Capella Ibarra.
Hoy, el Ejército ha retomado sus investigaciones en contra de grupos criminales asentados aquí y en plena confrontación, han iniciado sus operativos de limpieza para dejar la mesa servida al próximo gobierno de extracción morenista.
Se apuran a limpiar el cochinero para mayor lucimiento de las nuevas autoridades; y pese a la tardía operatividad se esperan buenos resultados para el bienestar de la ciudadanía quintanarroense.
Quintana Roo y Cancún, están catalogados entre las zonas del país, con mayor presencia de grupos criminales.
Desde el inicio del gobierno de la 4T, la consigna ordenada desde las oficinas centrales de la SEDENA, en la ciudad de México, fueron claras, salvaguardar la imagen del gobernador del estado Carlos Joaquín González.
Se desconocen los motivos de tal ordenanza puesto que deben ser institucionales, por el sistema federalista que rige a nuestro país y no habría necesidad de insistir en ello, al menos que formé parte de un pacto político para consolidar la presencia de la 4T en la entidad como ha ocurrido, tras la victoria en las urnas de Lezama Espinosa.
Dejar de hacer, para alcanzar un objetivo, sin dañar la relación con quiénes hoy ostentan el poder.
Hasta dos semanas antes de la elección para elegir al sucesor de Carlos Joaquín González, la presencia de los miembros del Ejército era mas que protocolaria, pese a los graves informes a detalle que les llegaban y de los pactos con criminales de la clase política y que catapultó como nunca antes visto el incremento de la violencia en casi todo el territorio quintanarroense.
Sin dejar de mencionar que estos pactos criminales se vinieron cultivando desde sexenios pasados para consolidarse en en la actual gestión administrativa.
Y las relaciones de los titulares de la XXXIV Zona Militar, con los anteriores gobernantes, siempre fue distante y ajena a la operatividad para enfrentar el crecimiento de los grupos criminales.
Sin embargo, a diferencia, ocupaban como herramienta diaria la filtración de datos sobre las relaciones de funcionarios con el crimen organizado, lo que desembocaba en un mayor distanciamiento entre ambos órdenes de gobierno.
Contrario a lo que ocurrió en la gestión administrativa de Carlos Joaquín, en dónde las buenas relaciones personales y de instituciones se presumían, aunque los resultados eran patéticos y salpicados de sangre, por el crecimiento exponencial de las bandas del crimen organizado.
Vamos, por decir lo menos, el fracaso lo compartieron pese la mínima operatividad principalmente en trabajos de seguimiento e inteligencia por parte del Ejército.
Empero los tiempos cambian y hoy a diferencia de otros sexenios, tal parece que ha llegado el tiempo de la verdadera pacificación del territorio nuestro y que tanta falta nos hace.
De manera coincidente hoy se sabe que han iniciado los operativos en la zona Sur, al instalar una base permanente en el poblado de Nicolás Bravo, así como el arribo este jueves de más de 300 elementos de tropa a la ciudad de Cancún.
El Reforzamiento de la presencia de efectivos de la SEDENA en la zona Norte, obedece al parecer para reforzar la vigilancia desde Tulum, hasta la parte continental de Isla Mujeres, sin olvidar el municipio de Lázaro Cárdenas.
Y es que los bombardeos de cargamentos de droga a lo largo del litoral quintanarroense son una realidad.
Para que usted tenga una idea, por cada ladrillo que aseguran las fuerzas armadas en cualquier punto playero de la entidad, se calcula que formó parte del arribo de al menos media tonelada de cocaína a la entidad.
Por lo que es evidente prosigue la llegada de vuelos cargados de toneladas de drogas a una de las zonas más privilegiadas para las operaciones del narcotráfico en nuestro país y es el litoral quintanarroense.
El crecimiento exponencial de los carteles de la droga que operan en la entidad se ha recrudecido desde el momento que los propios grupos del narco anunciaron la guerra que han emprendido por el control total del territorio.
Por ello se le paga a medios afines para desprestigiar las labores del Ejército en el territorio de Quintana Roo, como una vieja práctica que hasta la fecha se sigue implementando en diversas zonas del país, en especial Michoacán, Guerrero y Sinaloa, por mencionar algunas entidades.
Desacreditar estás acciones de las fuerzas armadas para obligar a través de la opinión pública a retirar su presencia en zonas bajo el dominio de las bandas criminales como es el caso de la zona donde se ubica el poblado de Nicolás Bravo, hoy convertido en la guarida preferida de los criminales.
Lo importante de ello, es que se ha incrementado la operatividad del Ejército, pese al incremento en el manejo de la contrainformación, para tratar de desacreditarlos.
Esperemos que está recomposición en la operatividad de nuestro Ejército, sea para bien de los quintanarroenses.
Lo lamentable es que en la memoria histórica de la ciudadanía nadie podrá borrar el fracaso rotundo de las actuales autoridades en materia de seguridad.
Aunque hay que reconocer el acierto en la creación del Complejo de Seguridad C5 en Cancún, considerado como el más moderno y tecnológico de Latinoamérica, también conocido como el Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicación del Estado.
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RHM