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• El consumo de “El Químico” se dispara en Cuba debido a su bajo costo

 

• La crisis económica y social en Cuba impulsa el consumo de drogas sintéticas

 

 

Redacción/CAMBIO 22

En los últimos años, Cuba ha experimentado un alarmante incremento en el consumo de una droga sintética conocida como “El kímico”.

Esta sustancia, de fácil acceso y bajo costo, se ha convertido en una alternativa peligrosa para muchos cubanos que buscan evadir la cruda realidad de la crisis económica que atraviesa el país.

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“El kímico” es una mezcla de cannabis con productos sintéticos cuya composición exacta es desconocida. Se fuma en cigarros similares a los de marihuana y se vende por tan solo 150 o 200 CUP, incluso más barato que algunos alimentos básicos.

Sus efectos alucinógenos y estimulantes han provocado múltiples casos de intoxicación, convulsiones y crisis psicóticas.

La proliferación de esta droga se da en un contexto de profunda crisis económica y social en Cuba. La escasez de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales ha llevado a la población a situaciones extremas.

La pobreza extrema no solo afecta la economía y la sociedad, sino que también tiene consecuencias significativas en la salud mental de las personas.

El estrés y la infelicidad generados por la incapacidad de satisfacer necesidades básicas pueden conducir a comportamientos compulsivos, como el consumo de sustancias psicoactivas. 

El gobierno cubano ha reconocido el aumento del consumo de drogas, especialmente entre adolescentes y jóvenes.

En 2024, al menos 51 jóvenes y 72 menores de edad estuvieron involucrados en delitos relacionados con estupefacientes, muchos de ellos en zonas empobrecidas de La Habana.

La combinación de crisis económica, corrupción y falta de control sobre los ingredientes utilizados en estas drogas ha generado un mercado peligroso y en expansión. ​

La situación se agrava debido a la falta de recursos para enfrentar esta problemática. La crisis económica ha llevado a la escasez de alimentos y medicinas, y el sistema de salud se encuentra colapsado.

La pobreza extrema y la marginalidad llevan a las personas a refugiarse en el consumo de drogas como una forma de evadir la realidad, creando un círculo vicioso difícil de romper. ​

Es urgente que las autoridades cubanas implementen políticas públicas efectivas para combatir el consumo de drogas y aborden las causas subyacentes de esta problemática.

La mejora de las condiciones económicas y sociales, así como el fortalecimiento de los servicios de salud mental, son fundamentales para ofrecer alternativas a quienes buscan escapar de su realidad a través de sustancias peligrosas como “El Kímico”.

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​La comunidad internacional desempeña un papel crucial en el apoyo a Cuba para superar la crisis relacionada con el consumo de drogas. La cooperación en programas de prevención y tratamiento de adicciones, así como el respaldo en la mejora de las condiciones económicas y sociales, pueden contribuir significativamente a reducir el consumo de drogas y sus consecuencias en la sociedad cubana.

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Por ejemplo, el Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas (COPOLAD) ha apoyado a Cuba en la creación de su Observatorio Nacional de Drogas, lo que permitirá una mejor gestión y monitoreo de los problemas de drogas en el país. ​

Además, Cuba ha reiterado su voluntad de cooperar en el enfrentamiento al problema mundial de las drogas en el marco de las tres convenciones sobre la materia. ​

Estas iniciativas reflejan cómo la colaboración internacional puede fortalecer las capacidades de Cuba en la prevención y tratamiento de adicciones, contribuyendo a mitigar los efectos del consumo de drogas en su sociedad.

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En conclusión, la proliferación de “El Kímico” en Cuba es un síntoma de una crisis más profunda que requiere atención inmediata. Abordar esta problemática de manera integral es esencial para garantizar un futuro más saludable y próspero para el pueblo cubano.

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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