El PRI Busca Recuperar su Voz en Felipe Carrillo Puerto, pero Enfrenta el Eco de su Pasado
16 Oct. 2025
Redacción / CAMBIO 22
Felipe Carrillo Puerto, Q. Roo.— Bajo el lema sentimental “Nos duele México”, la dirigente estatal del PRI, Cora Amalia Castilla Madrid, intentó reavivar en conferencia de prensa el pulso político de un partido que, más que dolido, parece todavía extraviado. Desde el Comité Municipal priista, la exfuncionaria lanzó críticas al rumbo del país, habló de desigualdad, inseguridad y crisis económica, pero sin ofrecer una autocrítica a fondo sobre el papel que el tricolor tuvo en el deterioro que hoy señala.
Castilla Madrid aseguró que el PRI “se prepara con anticipación” para las elecciones de 2027, una declaración que suena ambiciosa para una estructura que lleva años debilitada, fragmentada y alejada de la confianza ciudadana. En su discurso, mencionó que el partido, bajo el liderazgo de Alejandro Moreno Cárdenas, “levanta la voz desde el Senado”, aunque omitió reconocer que las intervenciones priistas en la cámara alta han sido más reactivas que propositivas, sin lograr impacto real en las políticas públicas.

El mensaje de “renovación” y “compromiso” de Castilla Madrid se queda corto frente a la realidad: un partido que aún no define si caminará solo o colgado de alianzas coyunturales, dependiendo de los vientos políticos que soplen. Hablar de “competir con dignidad” suena bien, pero el reto será demostrar que la dignidad se traduce en hechos, no en eslóganes reciclados.
El llamado “dolor por México” se percibe más como un intento de reposicionamiento que como una reflexión genuina. La ciudadanía, cansada de discursos nostálgicos, demanda acciones concretas y liderazgos con credibilidad, no declaraciones que evocan glorias pasadas.
Mientras Cora Amalia invita a “trabajar por un Quintana Roo más digno”, la pregunta inevitable es si el PRI puede encabezar esa dignificación o si solo busca sobrevivir políticamente. El 2027 no está tan lejos, pero para el tricolor, el tiempo corre más rápido de lo que sus discursos parecen entender.
La voz que dice “nos duele México” podría resonar con fuerza si proviniera de un partido que primero se mirara al espejo y reconociera que el dolor también viene de su propia historia.
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