Segunda Parte

Redacción/CAMBIO 22

Las alianzas criminales entre colombianos y mexicanos han dado como resultado el empoderamiento internacional de estas organizaciones, se resume en el trabajo periodístico de más de 40 medios de comunicación de todo el mundo.

Y en esta segunda entrega se plasma la forma en que se asocian inclusive a estructuras paramilitares de izquierda o derecha con el propósito de levantar su ilícito negocio y expandirlo a nivel mundial.

Pacto con todos

A la hora de los negocios, los carteles mexicanos en Colombia no discriminan a sus socios por creencias políticas sean reales o de fachada. Durante años han pactado con grupos armados de izquierda y de ultraderecha o directamente con los grandes carteles del país, el de Medellín, Cali, Norte del Valle y El Clan del Golfo.

El perfil judicial de un ex combatiente de las FARC, archivado en la base de datos de la fiscalía colombiana, revela que algunos documentos que se encontraron en los computadores incautados a la guerrilla “muestran los negocios de cocaína que las FARC tienen con el cartel mexicano de Sinaloa que lidera Joaquín El Chapo Guzmán”.

La anotación histórica no tiene fecha, pero a juzgar por otros hechos citados en documento la asociación de la guerrilla con Guzmán podría remontarse a 2007. Para esa fecha El Chapo ya llevaba un buen tiempo de trabajar con algunos de los líderes del cartel de Medellín. Un ex traficante de marihuana de la ciudad costera de Barranquilla le relató a Univision Investiga que presentó al joven Guzmán ante los capos de Medellín a principio de los años ochenta cuando llegó a esa ciudad en busca de ayuda para liberar un cargamento de droga que querían robarle a un pariente suyo.

La alianza de Guzmán Loera con el frente 57 de las FARC, agrega el documento, se pactó a raíz de un acuerdo de la organización de Los Zetas, el brazo armado del cartel mexicano de El Golfo, bajo órdenes de Heriberto Lazcano.

“Enfrentando una cruenta guerra por el dominio de las rutas del Pacífico, El Chapo se comprometió a compartir con Lazcano los cargamentos que le enviaba a un ‘socio’ colombiano vía Costa Rica y Honduras a través de lanchas rápidas y semisumergibles”, afirma el reporte. El acuerdo entre narcos se reveló en 2007 y tuvo muy poca duración.

Años después los mexicanos lograron asociarse con Darío Antonio Úsuga David, alias Otoniel, líder del Clan del Golfo, descrito por la fiscalía de Nueva York como “el más violento y significativo” narcotraficante desde Pablo Escobar. Fue condenado en agosto de 2023 a 45 años de prisión en una corte de Nueva York por cargos de narcotráfico y conspiración para introducir drogas a Estados Unidos.

Úsuga había sido miembro de las Autodefensas de Colombia (AUC), una temida organización de ultraderecha responsable de la muerte y desaparición de miles de personas inocentes. Uno de los ex jefes de la AUC relató a la fiscalía sus encuentros con emisarios de carteles mexicanos en Colombia.

“Siempre ha habido mexicanos aquí en Colombia”, dijo en una versión libre de mayo de 2020. “Porque ellos son los que manejan la plata, ellos son los que compran todo, entonces llegaban ahí los mexicanos mientras terminaban de hacer el tamizaje de drogas que ellos iban a exportar y la mayoría de dineros se trabajaban con los mexicanos”.

El exlíder paramilitar describió una transacción “de 40 a 50 millones de dólares” que enviaron los mexicanos para comprar 20 toneladas de cocaína. El dinero, dijo, generalmente era “bajado” de México en barco, avión o a través de una modalidad conocida como “bajaditas de plata”, es decir pequeñas cantidades que no despiertan sospechas.

Los mexicanos han procurado tener en Colombia un operador que sirva de eslabón entre ambos países. Los investigadores de la fiscalía alegan que encontraron a uno de ellos en octubre de 2019 como parte de la operación Arcadia realizada en tres departamentos del país.

El presunto enlace, identificado como alias El Mono, se encargaba, según el reporte, de “articular inversionistas extranjeros (Guatemala y México), para producir narcóticos y coordinar el envío de cargamentos vía marítima [….] con destino al cartel mexicano de Sinaloa”.

Alias El Mono, quien fue arrestado, tenía la capacidad de producción y transporte hasta de tres toneladas mensuales de cocaína y negociaba con el grupo disidente de las FARC Frente Oliver Sinisterra, asegura el reporte. El organigrama elaborado por los investigadores muestra a El Mono en conexión directa con Ismael Zambada García, alias El Mayo, jefe del Cartel de Sinaloa que ha sido socio de casi todos los carteles colombianos de la droga desde que empezó en el negocio hace cuarenta años. Zambada continua libre.

La fiscalía colombiana también investiga contactos del Cartel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo armado de extrema izquierda. Uno de los más recientes, según fuentes de la entidad, ocurrió a finales de 2022 en el departamento amazónico de Vichada entre representantes de los mexicanos y el jefe de finanzas del ELN a quien las fuentes describen como una persona indisciplinada que “le gusta consumir sustancias alcohólicas y posee una debilidad por las mujeres voluptuosas”.

La Salsa

La estructura bajo el mando de El Abuelo en Cartagena tomó fuerza luego del arresto en octubre de 2021 de alias Otoniel. El Clan del Golfo controlaba la ciudad y había tenido enfrentamientos con la organización de El Abuelo. Una pareja de las filas de El Abuelo fue asesinada por gente de Otoniel. Sin embargo en otras regiones de Colombia el Clan mantenía relaciones estables con los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

De acuerdo con un informe de 2022 del Cuerpo Técnico de Investigación, en Cartagena y con la participación de El Abuelo, se logró que los carteles de “Jalisco y Sinaloa” se aliaran con los colombianos pese a las rivalidades de las organizaciones en México. Por su diversidad y mescolanza, la asociación fue bautizada Los Salsa. Allí militan Los Paisas y Los Caños.

Los Paisas aportaron a la organización su franquicia del “gota a gota”, un negocio ilícito de préstamos de dinero al instante a personas humildes y sin acceso al sistema bancario como vendedores ambulantes, pequeños comerciantes, campesinos y prostitutas. La pandilla de Los Gota como se conoce en la jerga callejera al grupo está compuesta por el cobrador que se presenta día a día a recibir los pagos y sicarios que se encargan primero de intimidar y luego de matar a los clientes que no cumpla con los asfixiantes intereses.

En un informe de investigación de agosto de 2021, la fiscalía señaló que la actividad se ha extendido a Perú, Brasil, México y Panamá además de Chile, República Dominicana, Argentina y Ecuador, siempre bajo el control de Los Paisas, aliados ahora a los mexicanos.

La fiscalía relacionó con este negocio el secuestro de una política de la zona cafetera de Colombia en Xalapa, estado de Veracruz. Los hechos relatados son fragmentarios pero el investigador señaló que el secuestro se originó por una disputa entre Los Paisas “con bandas criminales al servicio del reconocido cartel Jalisco Nueva Generación”. La disputa tuvo como saldo la muerte de un mexicano de lo que fue testigo la mujer colombiana.

John Harrison Martínez Perdomo, alias Chinga Harris, el presunto operador en Cartagena del enigmático personaje mexicano solo identificado como El Abuelo, recibió el beneficio de prisión domiciliaria, volvió a ser arrestado en 2016 y luego liberado. Cuando estaba en la cárcel se las ingeniaba para hacerle llegar a sus sicarios aguardiente, droga, cigarrillos y les pagó un paseo a una isla cercana.

Este artículo es parte de ‘NarcoFiles: el nuevo orden criminal’, una investigación periodística transnacional sobre el crimen organizado global, que explora cómo innova y cómo se extiende por el mundo. El proyecto, liderado por OCCRP con el apoyo del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), se inició con una filtración de correos electrónicos de la Fiscalía General de La Nación de Colombia que fue compartida con medios de todo el mundo. Los periodistas examinaron y corroboraron el material junto a cientos de documentos, bases de datos y entrevistas.

 

Fuente Narco File/Univisión

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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