Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 1 de octubre.–  En JMM el cultivo del limón se ha convertido en uno de los principales motores económicos para cientos de familias campesinas. Lo que en algún momento fue una actividad naciente, hoy es una fuente de estabilidad y esperanza para los agricultores locales, quienes ven en el cítrico una oportunidad para mejorar sus ingresos.

Amelio Mukul, comisario ejidal de la comunidad de Puerto Arturo, destacó el impacto positivo que la producción de limón ha tenido en la región. “El limón es un producto que ha venido a darle mucha comida a la gente que lo trabaja. Aunque sus precios varíen, la mayoría del tiempo se mantiene en niveles que nos permiten seguir adelante”, comentó Mukul, quien subraya que, aunque haya periodos en los que el precio baje, la demanda del fruto garantiza estabilidad a largo plazo.

En las últimas semanas, el precio del limón ha alcanzado niveles sorprendentes, con los campesinos vendiendo la caja de 18 kilos por encima de los 500 pesos directamente en los huertos. Esta cifra representa un respiro financiero para los productores, quienes han enfrentado años de sacrificios y grandes inversiones para que el limón finalmente se convierta en su principal fuente de ingresos.

Sin embargo, como lo señala el líder agrario, llegar a este punto no ha sido fácil. “No es sencillo incursionar en la citricultura. Desde que uno prepara el terreno hasta que cosecha pasan cinco años, y durante ese tiempo solo hay gastos: fertilizantes, riego, mantenimiento… sin que uno vea ingresos. Es un riesgo, pero ahora, viendo los resultados, sabemos que vale la pena”, comentó Mukul.

El auge del limón en José María Morelos no solo beneficia a los productores, sino también a la economía local en general, ya que genera empleos y activa el comercio en los mercados regionales. La producción citrícola ha sido un salvavidas en una región donde la agricultura ha sido históricamente el pilar económico.

Así, el “oro verde”, como algunos llaman al limón, se está convirtiendo en el símbolo de un futuro más próspero para los campesinos de José María Morelos, quienes ven en cada árbol plantado una promesa de estabilidad y crecimiento económico para sus familias y su comunidad.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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