Redacción/CAMBIO 22

Las áreas opositoras del noroeste de Siria han dado por perdida la batalla contra los escombros y solo esperan que vayan apareciendo nuevos cuerpos, mientras transcurridos casi seis días del terremoto empieza a acelerarse la llegada de la tan esperada ayuda humanitaria a la zona.

Los Cascos Blancos continúan excavando, pero ya no buscan supervivientes, sino cadáveres y progreso en las tareas desescombro, ya que han pasado más de dos días desde que hallaron a alguien con vida bajo las ruinas de alguno de los 479 edificios derrumbados en las zonas rebeldes de Idlib y Alepo.

“Las operaciones de búsqueda y rescate han sido dadas ahora por finalizadas”, anunció hoy el grupo de rescatistas en un comunicado, dando por concluida una fase de la respuesta durante la que lograron salvar y asistir a 2 mil 950 heridos en más de 40 localidades diferentes.

Según la nota, sus esfuerzos para sacar a los atrapados se toparon con una larga lista de obstáculos que fueron desde las bajas temperaturas invernales hasta la escasez de combustible, equipamiento técnico para ubicar a los supervivientes y “apoyo internacional” en general.

La primera ayuda

Las áreas sirias en manos de la oposición se quedan al fondo de todo de una pirámide de quejas por la falta de ayuda internacional a los afectados.

Las provincias en manos del gobierno de Bachar al Asad se preguntan por qué están recibiendo tan poca asistencia en comparación con Turquía, algo que Damasco achaca parcialmente a las sanciones en su contra; y a su vez las zonas opositoras recrimina el escaso respaldo frente al resto del país árabe.

A las áreas controladas por las fuerzas de Al Asad, comunicadas con el exterior a través de varios aeropuertos y pasos fronterizos con Irak, Jordania y el Líbano, han llegado más de medio centenar de aviones y cargamentos con suministros, según datos de la agencia oficial siria SANA.

Mientras tanto, a los últimos bastiones rebeldes llegó hoy, casi seis días después del primer sismo, el primer convoy de la ONU con ayuda específica para los afectados por la tragedia y tan solo el tercero que ha entrado con asistencia humanitaria en general desde el pasado lunes.

Como los anteriores, el cargamento de hoy arribó al paso fronterizo de Bab al Hawa, que una la provincia noroccidental siria de Idlib con Turquía, e incluyó suministros médicos, kits de higiene, colchones y otros producto básicos, informó a EFE un responsable del cruce que pidió el anonimato.

“Podemos decir que los camiones que entraron hoy son la primera respuesta de la ONU para los afectados por el sismo y, aunque es una respuesta tardía, esperamos que en los próximos días le siga otra mayor con cantidades más grandes”, afirmó la fuente.

También han comenzado a entrar por Bab al Hawa algunos envíos humanitarios ajenos a la ONU, que se suman a al menos un convoy de una ONG iraquí que ingresó ayer por el cruce de Bab al Salama, también en la divisoria turca y operativo durante la emergencia en las áreas opositoras.

Más esfuerzos de la ONU

Las Naciones Unidas tienen entre 15 y 20 toneladas de suministros disponibles del lado turco para ingresar a las zonas rebeldes sirias, y esperan pronto la llegada de otras 30 o 35, dijo hoy el director de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la región del Mediterráneo Oriental, Richard Brennan.

Según aseguró en rueda de prensa en Alepo, están trabajando para incrementar los envíos a través de Bab al Hawa, el único paso fronterizo que el Consejo de Seguridad les autoriza a utilizar en la actualidad, pero también desde el interior de Siria.

Hasta antes de los seísmos, la ONU estaba enviando un convoy al mes al noroeste desde áreas siria en manos del gobierno de Al Asad, una modalidad que en circunstancias normales no puede sustituir la envergadura de las operaciones transfronterizas debido a sus muchas limitaciones.

Sin embargo, ya están explorando “todas” las opciones para redoblar estos esfuerzos, denominados “translineales”, y esperan enviar el primer convoy por esta modalidad en cuanto reciban “luz verde”, dijo Brennan, sin precisar quién debe aprobar su paso.

Idlib está dominada sobre todo por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que se incluye la exfilial siria de Al Qaeda, mientras que en las áreas rebeldes de Alepo operan una serie de grupos insurgentes y partidos opositores de diverso signo.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, está visitando hoy las áreas afectadas por los seísmos en manos de Damasco, en el primer tour de un alto cargo de la ONU desde la catástrofe en Siria y uno que no le llevará a las áreas opositoras, las más golpeadas.

 

 

-Con información de EFE.

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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