El Misterio de la Ouija: Desde la Antigüedad hasta Hollywood
20 Mar. 2024
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Sumergiéndonos en el Pasado obscuro de la Tabla de los Muertos: Orígenes Milenarios de la “Ouija”
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Desvelando el Misterio de la invocación de Espiritus a través de la Tabla más conocida del mundo: El Intrigante Funcionamiento de la “Tabla de los Espíritus”
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El origen exacto del uso de un tablero para supuesta comunicación con los muertos no está claro, pero su reputación no era tan negativa hasta que una cierta película llegó a la pantalla grande.
Gabriel Hernández/CAMBIO 22
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha buscado establecer comunicación con el más allá, tratando de desvelar los misterios del universo y obtener respuestas de aquellos que han partido. Una de las herramientas más fascinantes y controversiales para esta tarea es la Ouija, una tabla con letras, números y símbolos utilizada para invocar espíritus y recibir mensajes del más allá.
Orígenes y Travesía Hacia América
La historia de la tabla Ouija se remonta al antiguo Egipto, donde se cree que los sacerdotes utilizaban tableros similares para comunicarse con los dioses. Sin embargo, su popularidad moderna se atribuye al espiritismo del siglo XIX. En 1890, Charles Kennard y Elijah Bond patentaron la Ouija como un juego de mesa, y rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural en Estados Unidos y Europa.
No obstante, la tabla de los muertos, como también se le conoce, no llegó a América Latina hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando el espiritismo se difundió por la región. Desde entonces, la Ouija ha sido objeto de curiosidad, temor y fascinación en toda América.
Según el Diccionario Infernal, escrito por el demonólogo francés Jacques Collin de Plancy en 1818, la cultura árabe fue pionera en la creación de un artefacto para trascender al más allá. Conocido como zairagia, este dispositivo se componía de una serie de círculos o ruedas paralelas, correspondientes a los cielos de los planetas, marcados con letras que se desplazaban según el movimiento de ciertos astros en el cielo, estableciendo una conexión cósmica.
La popularización del uso de la Ouija, sin embargo, encontró su apogeo en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Fue en París donde el espiritismo comenzó a ganar relevancia cultural, especialmente entre la alta sociedad. Allan Kardec, un filósofo de ciencias y letras, se interesó por lo oculto al escuchar sobre las “mesas parlantes”, donde amigos se reunían para contactar espíritus. Aunque inicialmente escéptico, Kardec investigó estas sesiones y acabó convirtiéndose en un ferviente creyente en la comunicación con los difuntos. Sus libros, como “El Libro de los Espíritus” y “Qué es el Espiritismo”, se convirtieron en textos fundamentales para la disciplina ocultista.
Según Kardec: “la misión de los espíritus es la de ilustrar a los hombres, abriendo una nueva era a la regeneración de la humanidad”
Beatrice, la Esposa de Houdini: La Búsqueda Espiritual de un Ilusionista
La historia cuenta que Beatrice, la esposa de Harry Houdini, pasó diez años intentando comunicarse con el famoso ilusionista después de su muerte. A pesar de la escepticismo de Houdini hacia el espiritismo, Beatrice mantuvo encendida una vela en su honor durante una década, esperando en vano por un contacto que nunca llegó. Este gesto simbólico marcó el final de su espera y también sirvió como una afirmación de las creencias de Houdini, quien pasó su vida desacreditando las prácticas espiritistas.
El desdén de Houdini hacia el espiritismo se había fortalecido tras un encuentro con una médium, quien afirmó comunicar un mensaje de la madre de Houdini en inglés, un idioma que ella nunca había aprendido. Este episodio, entre otros, reforzó la convicción de Houdini de que el espiritismo era una farsa.
Sin embargo, el espiritismo tenía partidarios influyentes, como Arthur Conan Doyle, autor de las famosas historias de Sherlock Holmes. Doyle, desgarrado por la pérdida de su hijo durante la Primera Guerra Mundial, abrazó el espiritismo como una forma de encontrar consuelo y esperanza en la posibilidad de comunicarse con los muertos. Esta creencia lo enfrentó directamente con Houdini, quien veía en el espiritismo una explotación de la desesperación humana.
Las mesas giratorias, precursoras de las tablas Ouija, se convirtieron en una moda en Europa durante el siglo XIX. Los participantes se sentaban alrededor de una mesa, colocaban sus manos sobre ella y esperaban que se moviera, respondiera preguntas o incluso se elevara en el aire, en lo que se creía eran manifestaciones de comunicación con el más allá.
Aunque el espiritismo ha sido objeto de debate y controversia a lo largo de la historia, su legado perdura como una fascinante ventana a la relación entre la vida y la muerte, la ciencia y la creencia.
En una sala a oscuras, con un médium
Las sesiones conducidas por un médium podían tener cierto componente teatral, a veces en un escenario. Paschal Beverly Randolph, uno de los primeros en hacerlo, se dirigía a los familiares muertos de miembros de la audiencia o a veces hablaba con personajes históricos antiguos, como Platón. En las sesiones menos teatralizadas pero con una médium de por medio, los participantes se sentaban alrededor de una mesa en una habitación oscura. El médium entraba ‘en trance’ y transmitía mensajes a los participantes. También escribía mensajes mediante la llamada escritura automática, hacía levitar la mesa o se oían golpes.
En una sala a oscuras, sentados alrededor de una mesa, los participantes esperaban a que el médium entrara en trance y hablase por boca de los espíritus.
Cuando se descubría que algunas de estas sesiones no eran más que un puro fraude, los participantes entraban en cólera. Ejemplo de ello fue la historia de la médium Eva Carrière, que causó mucho revuelo en la época: Conan Doyle aseguraba que sus sesiones eran reales, mientras que Houdini (como no podía ser de otro modo) señalaba que eran fraudulentas. Calificadas como ‘pornográficas’, Eva solía desnudarse y correr por la sala, y su compañera Juliette Bisson, que la acompañaba durante la sesión, le introducía un dedo en la vagina para demostrar que ‘no había ectoplasma’. El llamado ectoplasma en cuestión, no eran más que fotografías recortadas de revistas que utilizaba durante las sesiones, en las que algunos espíritus también eran personas disfrazadas. “La señorita Eva preparaba las cabezas antes de cada sesión espiritista y se esforzaba por hacerlas irreconocibles”, explicaría el fotógrafo Donald West en 1954, cuando la médium ya había fallecido.
La Ouija se popularizó aún más en Estados Unidos en el primer tercio del siglo XX, especialmente después de eventos nacionales importantes como la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. Su presencia en la cultura estadounidense se reflejó en obras literarias, como las novelas de Pearl Curran, que afirmaba recibir inspiración de un espíritu del siglo VII llamado Patience Worth. Incluso el ganador del Premio Pulitzer, James Merrill, escribió un poema épico inspirado en las sesiones de espiritismo que realizaba con su esposa usando una Ouija.
Mitos y Leyendas al Rededor de la Ouija
La Ouija está rodeada de una densa neblina de mitos y leyendas que han contribuido a su misterio. Se dice que invocar espíritus a través de la tabla puede abrir portales a dimensiones desconocidas, y que los jugadores pueden encontrarse cara a cara con entidades malignas.
Uno de los mitos más extendidos es el del “espíritu guía”, un ser benevolente que supuestamente dirige la comunicación y protege a los participantes de influencias negativas. Sin embargo, también existen relatos de encuentros perturbadores con entidades hostiles que se hacen pasar por seres queridos fallecidos.
En 1886, la agencia de prensa Associated Press informó sobre un nuevo fenómeno espiritista en Ohio: un tablero capaz de hablar y ofrecer respuestas mediante letras y números. Charles Kennard vio el potencial comercial de esta invención y fundó la Kennard Novelty Company, dedicada a producir y distribuir estos tableros. La palabra “Ouija”, que proviene de una sesión espiritista autodenominada como “médium”, se convirtió en sinónimo de este artefacto.
Sin embargo, fue gracias a la película “El Exorcista” de Friedkin que la Ouija adquirió una connotación negativa y aterradora para el público en general. Esta representación cinematográfica cambió radicalmente la percepción popular del tablero, que hasta entonces se consideraba una actividad más bien divertida. Como señala Robert Murch, investigador de la Ouija, “La película cambió el tejido de la cultura pop”, equiparándola con otros elementos terroríficos de la pantalla grande, como la escena de la ducha en “Psicosis”.
Funcionamiento Preciso de la Ouija
Aunque la Ouija es considerada por muchos como un juego, su funcionamiento es objeto de debate entre creyentes y escépticos. La tabla está compuesta por letras del alfabeto, números del 0 al 9, la palabra “Sí”, la palabra “No” y en algunos casos, otras palabras como “Adiós” o “Hola”. Los participantes colocan sus manos sobre un pequeño indicador llamado “planchette” y hacen preguntas en voz alta.
Según los creyentes, el movimiento aparentemente aleatorio del indicador es dirigido por los espíritus, quienes utilizan la energía de los jugadores para comunicarse. Por otro lado, los escépticos atribuyen los movimientos a la ideomotricidad, un fenómeno psicológico que causa movimientos involuntarios y subconscientes en los participantes.
Independientemente de las creencias individuales, la Ouija sigue siendo una de las herramientas más fascinantes y enigmáticas para explorar los límites de la realidad y la percepción humana.
La tabla Ouija continúa siendo un objeto de fascinación y controversia en la búsqueda de respuestas más allá de los límites de la vida terrenal. Su historia, mitos y leyendas, así como su funcionamiento preciso, nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de la comunicación con los “Muertos” y los misterios que aún nos aguardan en los rincones más oscuros de la existencia.
Con la Ouija, entre letras y susurros, el pasado llama y el futuro murmura, pero en su misterio, cuidado con lo que conjura…
Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22.
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