El Misterio de la Flor que Florece Todo el Año; la Planta que Desafía las Estaciones

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Descubra los secretos genéticos de esta especie tropical que ha cautivado a botánicos por su capacidad de florecer constantemente, sin importar el clima

Redacción / CAMBIO 22

En el mundo de la botánica, la mayoría de las plantas siguen ciclos estrictos de crecimiento y floración, adaptándose a las estaciones del año y a los cambios en el clima. La primavera suele ser la época de mayor esplendor floral, mientras que el otoño y el invierno llevan a muchas especies a entrar en reposo. Sin embargo, hay una planta que desafía estas reglas naturales: la Florens perennialis, también conocida como “la flor de los 365 días”. Esta especie, descubierta en ecosistemas tropicales y subtropicales, ha despertado el interés de científicos y jardineros debido a su capacidad de florecer durante casi todo el año, sin importar las variaciones climáticas.

El descubrimiento fue realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Botánica Tropical de la Universidad del Nuevo Horizonte, liderado por la doctora Elena Martel, bióloga especializada en fisiología vegetal. Según la información recabada, la clave de la inusual floración de Florens perennialis radica en una mutación genética que le permite mantener activos sus procesos reproductivos sin necesidad de períodos prolongados de reposo.

“El gen FP365 es el responsable de su continua floración. Mientras la mayoría de las plantas regulan su floración en función de la luz solar y la temperatura, Florens perennialis tiene una respuesta acelerada a la producción de hormonas como la giberelina y la florigenina, lo que le permite mantener su ciclo reproductivo prácticamente sin interrupciones”, indica el estudio en su conclusión.

Este descubrimiento no solo resulta fascinante desde el punto de vista científico, sino que también podría revolucionar la jardinería y la producción agrícola, ya que el conocimiento de estos mecanismos podría aplicarse a otras especies comerciales para prolongar su periodo de floración o fructificación.

La Florens perennialis es una planta herbácea de crecimiento medio que puede alcanzar entre 40 y 80 cm de altura. Sus hojas son lanceoladas, de un verde intenso, con una textura ligeramente cerosa que le ayuda a retener humedad. Sin embargo, lo que más destaca es su floración constante. Sus flores, que varían entre tonalidades de amarillo, naranja y rojo, tienen una forma estrellada con pétalos finos y ligeramente curvados en los extremos. Son de tamaño medio, alcanzando un diámetro de entre cinco y siete centímetros.

El aroma de la Florens perennialis es otro de sus atractivos: una fragancia dulce con notas cítricas que atrae a polinizadores como abejas, mariposas y colibríes durante todo el año. Su sistema radicular es fibroso y se adapta bien a distintos tipos de suelo, desde tierras arcillosas hasta sustratos más arenosos.

¿Por qué florece casi todo el año?

El agrónomo de Colviveros Gabriel Escudero, investigador de cultivos resilientes, explica que se trata de una especie que ha logrado desafiar las estaciones: “La mayoría de las plantas regulan su floración en función de la temperatura y la duración del día. Sin embargo, Florens perennialis tiene un metabolismo particular: sus células pueden captar hasta un 30 % más de luz solar en días nublados en comparación con otras especies, lo que le permite seguir fotosintetizando y produciendo reservas energéticas incluso en condiciones menos favorables. Además, su producción de auxinas (hormonas de crecimiento) se mantiene estable sin importar la época del año. Esto significa que, aunque haya menos luz o temperaturas más bajas, la planta sigue activando la floración. Es una estrategia evolutiva muy eficiente para atraer polinizadores y garantizar su reproducción continua”, explica el experto. Según Escudero, este fenómeno también la hace menos dependiente de las estaciones, permitiendo su cultivo en distintas latitudes sin grandes afectaciones en su ciclo de vida.

Guía de siembra según el experto

Si desea cultivar Florens perennialis en casa o en un jardín, el experto recomienda seguir estos pasos:

Elección del lugar y sustrato: La planta prospera en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Se recomienda un sustrato con una mezcla de tierra negra, compost y arena en proporción 3:2:1 para garantizar una buena aireación y nutrición.
Siembra y propagación: Se puede sembrar a partir de semillas o esquejes. Si se eligen semillas, deben ser sembradas en un semillero con una humedad constante hasta que germinen, lo que suele ocurrir entre 10 y 15 días después de la siembra. Si se utilizan esquejes, estos deben cortarse con una longitud de al menos 10 cm y plantarse directamente en el sustrato húmedo.
Riego: La planta necesita riegos moderados. Durante épocas secas, es ideal regarla tres veces por semana, asegurando que el agua no se acumule en las raíces.
Luz y temperatura: Prefiere lugares con luz solar directa o semisombra. Tolera temperaturas entre 10 °C y 35 °C, lo que la hace adaptable a diferentes climas.
Fertilización: Un abono orgánico o fertilizante de liberación lenta aplicado cada dos meses mejora su desarrollo y floración constante.

La Florens perennialis no solo embellece los jardines, sino que también puede integrarse en huertos como planta complementaria. Se ha observado que asociarla con cultivos como el tomate y la albahaca ayuda a atraer polinizadores, mejorando la producción de frutos. Además, su aroma cítrico repele insectos no deseados, como los pulgones y moscas blancas, por lo que actúa como un repelente natural en los huertos.

Beneficios

Floración prolongada: Su capacidad de florecer casi todo el año la convierte en una excelente opción para embellecer espacios exteriores e interiores.
Atracción de polinizadores: Favorece la biodiversidad al atraer abejas y mariposas.
Resistencia a climas variados: Su capacidad de adaptación la hace ideal para diferentes regiones.
Bajo mantenimiento: No requiere cuidados intensivos ni fertilización frecuente.
Uso ornamental y medicinal: Algunas comunidades utilizan sus flores en infusiones para aliviar el estrés.

Riesgos

Propagación descontrolada: En algunos entornos, su capacidad de expansión puede convertirla en una especie invasora si no se controla su crecimiento.
Competencia con otras especies: Si se cultiva junto a plantas de bajo crecimiento, puede sombrearlas y limitar su desarrollo.
Sensibilidad a plagas en ambientes muy húmedos: Aunque es resistente, en climas demasiado húmedos puede ser vulnerable a hongos como el mildiu.

Fuente: El Espectador

redaccion@diariocambio22.mx

GPC/AGF

Descubra los secretos genéticos de esta especie tropical que ha cautivado a botánicos por su capacidad de florecer constantemente, sin importar el clima

¿Por qué florece casi todo el año?

Guía de siembra según el experto

Elección del lugar y sustrato: La planta prospera en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Se recomienda un sustrato con una mezcla de tierra negra, compost y arena en proporción 3:2:1 para garantizar una buena aireación y nutrición.

Riego: La planta necesita riegos moderados. Durante épocas secas, es ideal regarla tres veces por semana, asegurando que el agua no se acumule en las raíces.

Luz y temperatura: Prefiere lugares con luz solar directa o semisombra. Tolera temperaturas entre 10 °C y 35 °C, lo que la hace adaptable a diferentes climas.

Fertilización: Un abono orgánico o fertilizante de liberación lenta aplicado cada dos meses mejora su desarrollo y floración constante.

Floración prolongada: Su capacidad de florecer casi todo el año la convierte en una excelente opción para embellecer espacios exteriores e interiores.

Atracción de polinizadores: Favorece la biodiversidad al atraer abejas y mariposas.

Resistencia a climas variados: Su capacidad de adaptación la hace ideal para diferentes regiones.

Bajo mantenimiento: No requiere cuidados intensivos ni fertilización frecuente.

Uso ornamental y medicinal: Algunas comunidades utilizan sus flores en infusiones para aliviar el estrés.

Riesgos

Propagación descontrolada: En algunos entornos, su capacidad de expansión puede convertirla en una especie invasora si no se controla su crecimiento.

Competencia con otras especies: Si se cultiva junto a plantas de bajo crecimiento, puede sombrearlas y limitar su desarrollo.

Sensibilidad a plagas en ambientes muy húmedos: Aunque es resistente, en climas demasiado húmedos puede ser vulnerable a hongos como el mildiu.

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