El Mercado Inteligente del Productor Morelense, un Proyecto Millonario en Ruinas

Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 28 de agosto  – Lo que alguna vez fue proyectado como una obra emblemática para detonar la comercialización del municipio de José María Morelos, conocido como el granero del estado, hoy se encuentra sumido en el abandono. Inaugurado en marzo de 2005 con una inversión millonaria proveniente de la Secretaría de Desarrollo Económico, la Secretaría de Economía y la SAGARPA, el Mercado Inteligente del Productor Morelense prometía revolucionar el sector agrícola al utilizar tecnología avanzada para fomentar convenios de comercialización a nivel local, nacional e internacional.

Durante los primeros años, el proyecto pareció funcionar según lo planeado, pero con el tiempo fue perdiendo impulso hasta quedar en el olvido. El edificio que alguna vez albergó este ambicioso proyecto sigue en pie, pero con visibles señales de deterioro. Hoy, en lugar de ser un centro de actividad comercial, el inmueble alberga oficinas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) de la SEMARNAT, la Dirección de Desarrollo Económico, el Consejo Municipal de Población, la Dirección de Salud Municipal y la Dirección de Servicios Públicos Municipales.

Sin embargo, la ironía es palpable: la Dirección del Mercado Inteligente del Productor sigue existiendo en el papel, pero su función es un enigma, pues no se ha registrado ningún logro importante en la creación de lazos comerciales en los últimos años. El deterioro del edificio es notorio; las oficinas muestran un avanzado estado de abandono, y en época de lluvias, el agua se filtra a través del techo del envejecido edificio, cuya construcción data de hace más de 50 años.

En 2005, el edificio fue remodelado para albergar lo que entonces se conocía como los sistemas producto, oficinas encargadas de monitorear la producción local y analizar datos sobre la demanda y costos de los productos agrícolas de José María Morelos. La idea era innovadora y prometedora, pero como tantos otros proyectos, no tuvo seguimiento.

Hoy, lo que se suponía sería un pilar del desarrollo económico de José María Morelos, no es más que un monumento a la falta de planificación y seguimiento de las autoridades municipales. La Dirección del Mercado Inteligente del Productor Morelense carece de un plan de trabajo conocido, y su existencia parece ser solo una formalidad en un edificio que, como el proyecto mismo, ha sido olvidado.

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