• Acusan a la Fiscalía de Quintana Roo de asociarse para Intentar Criminalizar a Líder Natural del Ejido Chunyaxché, Asesinado por un Comando Armado; “El Pecado” de Ramiro Cen Che, Exigir la Investigación del Robo de Más de 17 Millones de Pesos a su Ejido.

 

Redacción/CAMBIO 22

Mientras en el Sur de Quintana Roo se realizan a marcha forzadas los trabajos de construcción del llamado Tren Maya para que el próximo domingo, el presidente de la república que se va inaugure la estación de Chetumal y así cerrar su administración, en el municipio de Felpe Carrillo Puerto se vive un luto más por el asesinato del excomisariado ejidal de Chunyaxché, Ramiro Cen Che, quien fue privado de la libertad por hombres armados frente a su domicilio el pasado 25 de septiembre, donde un día después abandonaron su cadáver.

Este asesinato tiene una relación directa con los conflictos políticos, sociales y económicos que se generaron en Quintana Roo a raíz con la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional de Tulum y otras obras de infraestructura del gobierno federal, porque con ellas se desbordó la voracidad de representantes de inmobiliarias que al final de cuentas son los grandes beneficiarios de las obras que le han costado y seguirán costando al pueblo de México.

Pero la búsqueda de beneficios por medio del tráfico de influencias y la corrupción, no solo se le puede adjudicar a quienes representan a las grandes empresas inmobiliarias, sino también a quienes han hecho el negocio de su vida inmiscuyéndose en la vida interna de los ejidos con el pretexto de brindarles asesoría, pero que siempre le han apostado a la división de los ejidos para después aparecerse como los salvadores y cobrarles en efectivo, con tierras, madera o todo tipo de privilegios a costa de los recursos de las asambleas ejidales.

El asesinato de Ramiro Cen Che debe investigarse desde todas las líneas de investigación, pero principalmente por su postura política en torno a los malos manejos que se han dado al interior de la dirigencia ejidal, la cual desapareció más de 17 millones de pesos al simular un robo, después que fuera de las horas de oficina le entregaron al tesorero municipal dicha cantidad, quien la tuvo que guardar en su casa para ir al banco al día siguiente. Sospechosamente, esa noche un comando armado entró a su domicilio y se llevó el dinero.

Hasta el momento, a pesar de la inconformidad de los integrantes de la asamblea, que perdieron la posibilidad de beneficiarse con ese dinero, que era producto de la venta de materiales a las empresas que están construyendo el Tren Maya, la fiscalía General del Estado (FGE) no ha realizado su trabajo y mucho menos ha llamado a cuentas a los integrantes del Comisariado Ejidal y al supuesto asesor jurídico, quien es el poder tras el trono al manipular a un grupo minoritario de ejidatarios.

La deficiente participación de FGE en la investigación del robo ahora cobra relevancia cuando se trata de investigar el asesinato de Cen Che quien fue uno de los principales ejidatarios que le exigían a las autoridades ejidales que le explicaran a la asamblea que había pasado, además, le exigía a la Fiscalía que indagará en la presunta participación de los miembros del Comisiariado Ejidal y de su abogado Javier Tum.

También estuvo en desacuerdo con la venta de terrenos ejidales para ponerlos a disposición de empresas inmobiliarias y ahora que la fiscalía tiene que investigar el asesinato, lo primero que hace Raciel López Salazar es criminalizarlo, al difundir, por diversas vías, que Ramiro se encontraba involucrado en actividades ilícitas, antes de abrir líneas de investigación e iniciar su trabajo de manera científica y técnica como se lo exige la ley.

Esta versión de la Fiscalía General del Estado ha molestado al extremo a las comunidades del ejido Chunyaxché, porque Ramiro era un líder natural con gran autoridad moral y política, además, de religiosa, por la creencia evangélica que profesaba.

Este sábado 28 de septiembre el pueblo de Chunya lo fue a sepultar invadido de un gran dolor por el asesinato y por la forma en que la Fiscalía, la que le hace el trabajo sucio a la clase política de Quintana Roo, quiere manchar su imagen.

Las tierras que defendió Ramiro Cen Che como ejidatario y como presidente del Comisariado de Bienes Ejidales de Chunyaxché se han convertido en la manzana de la discordia por las inmobiliarias, la clase política y todo tipo de agentes que trafican con influencias, ya que se encuentran cerca de la reserva de la biosfera de Sian Ka’an y del Aeropuerto Internacional de Tulum.

Hay que recordar que las tierras del ejido Chunyaxché colindan con las del ejido Pino Suárez, las cuales han estado en disputa por décadas por su gran plusvalía por su cercanía con la costa y lagunas de gran atractivo turístico.

 

 

 

Fuente Sistema de Noticias CAMBIO 22

redaccionqroo@cambio22.mx

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