“Cuando la gente viene a escucharnos puede sentir la alegría que emanamos. El público siente la experiencia que los músicos comparten. Por eso llenan las salas, para poder experimentarla”, añade el también ganador de 14 premios Grammy.
“Eso significa que podemos dar ejemplo de lo que deberíamos ser, de dónde deberíamos estar. La música lo dice todo”, destaca.
Para el artista de 84 años, creador del mítico álbum Head Hunters, el jazz “permite a la gente reconocer y promover la diversidad”.
En el escenario del Palacio de las Artes y la Cultura de Tánger, también estuvieron presentes artistas de países como Chile, Camerún, Brasil y Japón, al igual que el maestro del gnaoua (estilo musical de África del norte), Abdelá El Gurd, quien abrió el concierto.
Una influencia mágicun género que mezcla lo sagrado y lo profano, es muy popular en marruecos.
Esta música está salpicada de invocaciones y danzas que pueden llegar hasta el trance. Desarrollada inicialmente por descendientes de esclavos, al menos desde el siglo XVI, fue inscrita además en el patrimonio inmaterial de la Unesco.
El paso de Randy Weston a Tánger entre 1967 y 1972 -ciudad portuaria que vio desfilar en el siglo pasado el gotha del jazz- marcó a la vez la historia de la urbe y de esta música.
Figura histórica de la música, amigo y colaborador de Abdalá El Gurd, Weston logró crear puentes culturales vanguardistas entre el jazz y el gnaoua.
“Llevó a Estados Unidos lo que ayudó a desarrollar en Tánger y en otras ciudades de Marruecos. Todo el mundo aprecia la atmósfera que la gente sabe crear aquí”, cuenta Hancock, que descubrió la música gnaoua en una visita anterior a este país, en 2015.
El ritmo de los qraqebs (una especie de castañuelas) “tiene una influencia mágica en tu ser”,detalla.
El efecto sigue siendo el mismo casi diez años después. En Tánger, primera ciudad del continente africano en acoger el Día Internacional del Jazz, el pianista pudo asistir a una sesión musical con el mâalem (maestro) El Gurd.
“Fue tan profundo que se me llenaron los ojos de lágrimas”, resume el autor del éxito “Rockit”,de 1983.
Fuente : El Sol De México
LRE