El Impacto Inesperado de Comer Pan de Masa Madre en tu Cuerpo

• El pan de masa madre, conocido por su proceso de fermentación natural, no solo ofrece un sabor distintivo, sino que también proporciona beneficios para la salud.

Redacción/ CAMBIO 22

El pan de masa madre, que se diferencia del pan convencional por su método de fermentación natural , ha sido apreciado por su sabor distintivo y su textura crujiente. La fermentación se realiza mediante la acción de levaduras y bacterias presentes en el ambiente, que trabajan juntas para descomponer los azúcares y gluten en el pan.

Este proceso prolongado de fermentación no solo contribuye a un sabor más profundo, sino que también puede influir en cómo el cuerpo maneja el pan.

Uno de los beneficios más conocidos del pan de masa madre es su impacto positivo en la digestión. La fermentación prolongada puede predigerir algunos de los azúcares y gluten, lo que puede hacer que el pan sea más fácil de digerir para algunas personas.

Sin embargo, el efecto inesperado que algunos consumidores han notado es una mejora en sus niveles de energía y una reducción en los síntomas de inflamación. Aunque estos efectos no están completamente comprendidos y pueden variar entre individuos, algunos estudios sugieren que los probióticos y prebióticos generados durante la fermentación podrían influir positivamente en la salud intestinal, lo cual tiene un impacto en la energía general y en la inflamación.

Los probióticos, conocidos por sus beneficios para la salud intestinal, pueden mejorar la digestión y la absorción de nutrientes, lo que podría llevar a un aumento en los niveles de energía. Por otro lado, los prebióticos alimentan a las bacterias beneficiosas en el intestino, ayudando a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal, lo que podría reducir la inflamación y sus efectos asociados, según un estudio de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Para preparar pan de masa madre, sigue estos sencillos pasos:

1. Prepara una mezcla de harina y agua en cantidades similares.

2. Déjala fermentar durante varios días para que las bacterias y levaduras naturales inicien el proceso de fermentación.

3. Mezcla la masa fermentada con más harina, agua y sal.

4. Deja reposar la masa final para que fermente adecuadamente.

5. Hornea el pan hasta que tenga una corteza dorada y una textura deseada.

El resultado es un pan con una corteza crujiente, una miga densa y un sabor complejo y agradablemente ácido . No solo es una opción deliciosa, sino también una forma de disfrutar de un alimento más nutritivo y amigable con el sistema digestivo.

Fuente: ADN40

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