Ciro Gómez Leyva / CAMBIO 22

No era muy comprometedor obsequiar una frase tipo “qué bueno por ella, ella está en lo suyo, no tengo más que decir”, acompañada quizá de un sencillo, femenino, “felicidades”. Pero la presidenta Sheinbaum optó de nuevo por una hostilidad mal envuelta en una supuesta indiferencia. No era tarea difícil para sus asesores informarle que la mayoría de los espacios internacionales razonablemente democráticos estaban recibiendo de buen grado, si no es que con entusiasmo, la noticia del Premio Nobel de la Paz a la venezolana María Corina Machado. Cuesta comprender esa dureza enfundada en el gastado discurso de la no injerencia y la autodeterminación de los pueblos, desfigurado ayer en un gélido “sin comentarios”. Nada quiso regalar. Creo que pocas veces la Presidenta ha sido más avara, menos empática, actuado con menos sororidad. No es una cuestión ideológica. Era un guiño a una mujer y su sociedad que enfrentan a una tiranía, y lo hacen en paz. Imposible, pues, no retrotraer lo que María Corina me dijo apenas el 9 de mayo: “Hay momentos en la vida donde no hay espacio para la indiferencia. Aquí hay niños que han sido torturados, mujeres desaparecidas. No entiendo ese silencio, porque al final ese silencio termina avalando a quienes cometen crímenes”. Un silencio que el viernes del Nobel de la Paz fue muy ruidoso. Muy hostil.

Premio Nobel para María Corina Machado: una luz democrática para todo un  continente

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

KXL/RCM

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM

  • CAMBIO 2780 BANNERS SEÑORA 800X900 resultado

  • CAMBIO 2746 BANNERS NIÑOS1 1110X100 resultado