• De títulos falsos a un elaborado historial profesional, la historia de un fraude que impactó al sector salud.

 

• El desmantelamiento de su imagen pública tras las denuncias incluye la eliminación de redes sociales y su página web.

 

Gabriel Hernández/ CAMBIO 22

El escándalo de Marilyn Karina Cote Mendieta, abogada originaria de Puebla que fingió ser psiquiatra durante años, ha sacudido al país.

Este caso destapó una red de mentiras construidas meticulosamente que involucraron a instituciones educativas, celebridades y hasta plataformas médicas, poniendo en riesgo la salud de sus pacientes.

De Abogada a Psiquiatra Falsa

Cote Mendieta comenzó su trayectoria académica con una Licenciatura en Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Posteriormente, obtuvo una maestría en Criminalística y un doctorado en Psicología.

Sin embargo, estas credenciales no la facultaban para ejercer como psiquiatra ni recetar medicamentos controlados, actividad que llevó a cabo durante años.

Para legitimar su falso perfil profesional, Cote utilizó cédulas profesionales falsas y presentó documentos con logos de prestigiosas universidades internacionales como Harvard y Oslo.

Según el Registro Nacional de Profesionistas, todos sus títulos fueron obtenidos en México, específicamente en la BUAP, el Colegio Libre de Estudios Universitarios y la Escuela Libre de Psicología.

El Inicio del Escándalo

La cuenta de X “Charlatanes Médicos”, dedicada a exponer fraudes en el sector salud, fue quien destapó el caso.

A partir de un hilo en redes sociales, se revelaron recetas con cédulas apócrifas y diagnósticos erróneos firmados por Cote. Este descubrimiento abrió la puerta a una serie de investigaciones que desnudaron su red de engaños.

Cote también afirmaba tener una clínica en San Diego y ser accionista de Fifty Doctors, una cadena de hospitales de alta especialidad.

Sin embargo, la empresa desmintió categóricamente cualquier vínculo con ella y anunció acciones legales.

Sus Supuestos Logros Internacionales

En su sitio web, www.marilyncote.com, que ya fue deshabilitado, Cote presumía logros impresionantes. Según ella, tenía especializaciones en Neurociencias, Neuropsiquiatría y Neuropsicología, obtenidas en prestigiosas universidades. Incluso, se adjudicaba premios como “Mejor Especialista en Neurosciencias y Neuropsicología” en los Países Bajos, y “Mejor Especialista en Criminalística” por la Universidad de Oslo.

Afirmaba haber trabajado cinco años en la Unidad de Análisis de Comportamiento en Quantico, Virginia, y haber patentado un método para el perfil criminal basado en el Test de Rorschach en 2012. Sin embargo, ninguna de estas afirmaciones ha podido ser verificada.

Medidas Legales y Clausura

Tras la denuncia pública, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Salud de Puebla clausuraron el consultorio de Cote, ubicado en las Torres Médicas del Hospital Fifty Doctors. La dependencia confirmó que operaba sin licencia sanitaria ni certificación académica válida.

El Fiscal General del Estado de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, informó que se abrió una carpeta de investigación de oficio.

Cote podría enfrentar hasta seis años de prisión por usurpación de funciones y ejercicio indebido de la profesión.

Desaparición en Redes

Desde el estallido del escándalo, Cote ha intentado borrar su rastro. Su página web fue deshabilitada, y en su perfil de Facebook eliminó todas sus publicaciones, dejando solo una fotografía del 23 de septiembre.

Involucramiento de Celebridades

En un intento por validar su imagen, Cote compartió fotos editadas junto a celebridades como Laura Pausini, quien desmintió cualquier relación.

“No la conozco ni tengo idea de quién es”, afirmó la cantante italiana.

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Una Alerta para el Sistema de Salud

Este caso expone un problema sistémico:

la facilidad con la que impostores pueden infiltrarse en el sector salud. Plataformas como Doctoralia, donde Cote fue premiada en 2017, otorgaron reconocimientos basados únicamente en reseñas de usuarios, sin una verificación exhaustiva de credenciales.

El fraude de Marilyn Cote no solo subraya la necesidad de fortalecer la vigilancia en la certificación médica, sino que también deja en evidencia la vulnerabilidad de los pacientes ante profesionales que ponen en riesgo su salud y bienestar.

 

 

 

Fuente: Sistema de Noticias CAMBIO 22

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