• La cueva del solsticio de invierno, la formación geológica ubicada en Huapalcalco que se ilumina durante el solsticio de invierno.

 

Redacción/CAMBIO 22

En las primeras semanas de diciembre, Huapalcalco, Hidalgo, se volvió tendencia en redes sociales, asociado con las palabras, solsticio de invierno y cueva. Esto se debe a que en el solsticio de invierno sucede un fenómeno único en la zona arqueológica de Tulancingo, Huapalcalco, descubierto en 2012 por Francisco Granados y conocido como “Cueva del Solsticio”.

Desde el descubrimiento de este fenómeno, el investigador ha impulsado, mediante la asociación Niebla y Tiempo, la conservación de dicha zona arqueológica. Incluso en 2023, Huapalcalco fue decretada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como zona de monumentos arqueológicos. Junto con el nombramiento, este año se celebrará por onceava ocasión el descubrimiento del fenómeno de solsticio de invierno que acontece en una caverna ubicada en esta zona.

Cada solsticio de invierno, en los últimos días de diciembre, puede apreciarse como la luz solar ingresa a través de una cueva, ubicada en el acantilado del cerro Huiztli. La luz natural permite apreciar figuras antropomorfas y zoomorfas dibujadas por los antiguos habitantes de la región. Si bien, se desconoce el papel que este fenómeno tuvo para los ancestrales habitantes de Huapacalco, la asociación describe que presenciar este suceso es algo único.

El fenómeno fue descubierto casi por accidente por el arqueoastrónomo Francisco Granados, quien realizaba una investigación para confirmar la relación entre diversos mitos precolombinos y los solsticios. Donde una de las prácticas empleadas fue vigilar diversos puntos del horizonte en vista de estudiar configuraciones astronómicas. Así, el investigador descubrió que en dicha época los rayos del sol entran en la caverna conocida como “Sala de armas”. Luego de algunos años de estudio se identificó que este fenómeno solo sucede en el solsticio de invierno.

Niebla y Tiempo asocia el fenómeno con el mito del nacimiento de Hitzilopochtli. La asociación describe “a partir del solsticio de invierno las horas de luz solar aumentan y la noche se va haciendo pequeña, día tras día, hasta que el sol hace otra pausa, en el solsticio de verano”. De este modo, invitan a las personas a ser testigos de este acontecimiento y a tomar cartas para que la zona sea reconocida como patrimonio nacional.

Fuente: Notipress

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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