• Con esta declaración se evidencia un presunto acuerdo de Los Chapitos con funcionarios del país del Norte

 

  • El embajador Ken Salazar, dijo que “la evidencia que vimos… es que habían traído a El Mayo Zambada contra su voluntad”.

 

Redacción/CAMBIO 22

El embajador de Estados Unidos en México confirmó ayer viernes que el capo de la droga Ismael “El Mayo” Zambada fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad cuando llegó a Texas en julio en un avión junto con su compañero narcotraficante Joaquín Guzmán López.


El abogado de Zambada García, había afirmado anteriormente que el jefe del cártel de Sinaloa había sido secuestrado.
Pero los funcionarios no habían confirmado eso y la edad de Zambada y su aparente mala salud habían llevado a algunos a especular que se había entregado.

El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, dijo el viernes que “la evidencia que vimos… es que habían traído a El Mayo Zambada contra su voluntad”.

“Esta fue una operación entre cárteles, donde uno delató al otro”, dijo Salazar. La facción de Zambada en el cártel de Sinaloa ha estado enzarzada en una feroz lucha con otra facción, liderada por los hijos del capo de la droga encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán. Guzmán López es el medio hermano de los líderes de la facción.

Ken Zalazar emitió un comunicado que incluía:

Respecto a los hallazgos, puedo profundizar lo siguiente:

Joaquín Guzmán se entregó voluntariamente.

Las evidencias al momento de la llegada indican que El Mayo fue llevado contra su voluntad.

En la rendición no se utilizaron recursos estadounidenses. No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente.

No se presentó ningún plan de vuelo a las autoridades estadounidenses. Entendemos que el vuelo partió de Sinaloa y aterrizó en Santa Teresa, Nuevo México.

El piloto no era empleado ni contratado por el Gobierno de los Estados Unidos, ni tampoco era ciudadano estadounidense.

Salazar dijo que en el vuelo en el que Guzmán López se entregó no había personal, recursos ni aeronaves estadounidenses involucrados, y que los funcionarios estadounidenses se “sorprendieron” cuando ambos se presentaron en un aeropuerto a las afueras de El Paso, Texas, el 25 de julio.

“No proporcionaron un plan de vuelo. No había ningún vuelo que estuviera registrado en las agencias de Estados Unidos. No hay ninguno. Tenemos entendido que el vuelo salió de Sinaloa y llegó a Santa Teresa, Nuevo México.

Nos sorprendió cuando eso sucedió. ¿Y eso? En el momento en que nos enteramos. Estuvimos inmediatamente en contacto con nuestros amigos y colegas del gobierno mexicano. Ese mismo día, esa misma tarde, a esas mismas horas”, explicó Salazar.

El abogado de Zambada, Frank Pérez, dijo en un comunicado en julio que “mi cliente no se entregó ni negoció términos con el gobierno de Estados Unidos”.

“Joaquín Guzmán López secuestró a la fuerza a mi cliente”, escribió Pérez. “Fue emboscado, arrojado al suelo y esposado por 6 hombres con uniformes militares y Joaquín. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza”.

Pérez continuó diciendo que Zambada, de 76 años, fue arrojado a la parte trasera de una camioneta, obligado a subir a un avión y atado al asiento por Guzmán López.

A principios de agosto, Zambada hizo su segunda aparición en un tribunal federal en Texas después de haber sido puesto bajo custodia estadounidense la semana anterior.

Al parecer, Guzmán López había estado negociando durante mucho tiempo con las autoridades estadounidenses sobre la posibilidad de entregarse.
Guzmán López, de 38 años, se declaró inocente de tráfico de drogas y otros cargos en un tribunal federal de Chicago.

Pero los funcionarios estadounidenses dijeron que casi no tuvieron ninguna advertencia cuando el avión de Guzmán López aterrizó en un aeropuerto cerca de El Paso. Ambos hombres fueron arrestados y permanecen encarcelados. En Estados Unidos están acusados ​​de varios delitos relacionados con las drogas.

Salazar dijo que el avión había despegado de Sinaloa, el estado de la costa del Pacífico donde el cártel tiene su sede, y que no había presentado ningún plan de vuelo. Subrayó que el piloto no era estadounidense, ni tampoco el avión.

La implicación es que Guzmán López tenía la intención de entregarse y llevó a Zambada con él para obtener un trato más favorable, pero sus motivos siguen sin estar claros.

 

Source APNews, Ken Salazar

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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