El Declive de Nokia: ¿Cómo la Marca Líder de los 90 Terminó Fracasando?

• La marca de teléfonos móviles adquirió reconocimiento con el modelo 3210 hace 25 años

Redacción / CAMBIO 22

En la década de los 90, Nokia logró posicionarse como líder en el mercado de teléfonos móviles gracias a varios modelos que marcaron un hito en la industria. En 1992, lanzó el Nokia 1011, el primer teléfono móvil que soportaba mensajes de texto (SMS).

Posteriormente, en 1999, Nokia presentó el Nokia 3210, uno de los dispositivos más icónicos de la marca y un éxito comercial global. Su popularidad se debió a un diseño compacto y atractivo, su gran durabilidad y la inclusión del juego Snake, que se convirtió en un fenómeno cultural.

Sin embargo, con la llegada de competidores como Apple y RIM (BlackBerry), que supieron adaptarse mejor a las nuevas tendencias tecnológicas, Nokia comenzó a perder terreno en el mercado.

Según la consultora Evalue, la falta de innovación y de adaptación a las cambiantes necesidades de los clientes fue uno de los factores determinantes en la pérdida de popularidad de los teléfonos móviles de Nokia.

A finales de los años noventa, la empresa finlandesa había revolucionado la industria de la telefonía móvil, alcanzando una participación del 40% en el mercado global. Sus dispositivos sobresalían por características pioneras en su momento, como la capacidad de enviar mensajes de texto y la inclusión de juegos, lo que consolidó su liderazgo en el sector.

Sin embargo, la llegada de los teléfonos inteligentes marcó el inicio del declive de Nokia. Compañías como Apple y RIM (BlackBerry) supieron captar mejor las necesidades del consumidor y las nuevas tendencias del mercado, apostando por la telefonía inteligente.

Nokia, en cambio, se centró principalmente en optimizar el hardware, enfocándose en la duración de la batería y la calidad de la pantalla. Esta estrategia, de acuerdo con Evalue, fue insuficiente para competir con los avances en los smartphones.

En abril de 2009, Nokia informó una caída del 90% en sus ganancias durante el primer trimestre, en comparación con el mismo periodo de 2008. Este desplome coincidió con la llegada de los smartphones y el auge de sistemas operativos como Android.

Inicialmente, Nokia apostó por su propio sistema operativo, Symbian, pero lo abandonó ante el rápido crecimiento de iOS y Android, y el lanzamiento del iPhone de Apple.

En 2011, Nokia inició una colaboración con Microsoft para desarrollar un nuevo sistema operativo, pero esta alianza no fue suficiente para desbancar a Android, que seguía ganando terreno en el mercado. Después de varios años de pérdidas, en 2013 Microsoft adquirió la división móvil de Nokia, aunque en 2015 decidió desprenderse de ella debido a los malos resultados financieros.

Fuente: Infobae

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