El Daño Irreversible de ‘Duro de Matar’ Que Enmascaró la Demencia de Bruce Willis, Según Su Esposa

• El origen de esta pérdida auditiva se sitúa en una escena particularmente intensa de la primera entrega de “Duro de Matar”. Heming relata que, en un momento crítico de la filmación, Willis se vio obligado a disparar un arma de fuego en repetidas ocasiones bajo una mesa, sin contar con la protección auditiva adecuada. Este incidente específico resultó en un daño significativo e irreversible en uno de sus oídos

Redacción/CAMBIO 22

La esposa de Bruce Willis, Emma Heming, ha arrojado nueva luz sobre los desafíos de salud que ha enfrentado el icónico actor, revelando un detalle crucial que se remonta a los inicios de su carrera. Según Heming, un daño auditivo irreversible sufrido durante el rodaje de la aclamada película “Duro de Matar” no solo afectó profundamente la vida de Willis, sino que también fue inicialmente confundido con los primeros síntomas de su actual condición neurocognitiva.

Estas revelaciones impactantes provienen del libro de Heming, titulado “The Unexpected Journey“, donde detalla la compleja travesía de su familia y la lucha de Bruce contra la demencia frontotemporal. En sus páginas, Heming subraya cómo este problema de audición, que el actor padeció durante décadas, se convirtió en un velo que ocultó la verdadera naturaleza de su deterioro cognitivo durante años.

El origen de esta pérdida auditiva se sitúa en una escena particularmente intensa de la primera entrega de “Duro de Matar“. Heming relata que, en un momento crítico de la filmación, Willis se vio obligado a disparar un arma de fuego en repetidas ocasiones bajo una mesa, sin contar con la protección auditiva adecuada. Este incidente específico resultó en un daño significativo e irreversible en uno de sus oídos.

Durante mucho tiempo, Emma Heming interpretó las dificultades de comunicación con su esposo a través de la lente de esta lesión auditiva. Lo que ella percibía como fallos en la comunicación, silencios incómodos durante las cenas familiares o una aparente desconexión en las conversaciones, estaban, en su mente, directamente ligadas a ese daño físico que nunca fue tratado con la urgencia que merecía.

Heming explica que estas dificultades se manifestaban en malentendidos frecuentes, la necesidad de repetir palabras constantemente y conversaciones que se interrumpían o no fluían con naturalidad. En aquel momento, ella asumió que estas interrupciones se debían simplemente a la pérdida auditiva parcial del actor, una condición que, con el paso del tiempo, se agravó de forma natural con el envejecimiento.

La trágica ironía radica en que estos mismos síntomas, la dificultad para procesar información, la aparente desconexión y los problemas de comunicación, son también características distintivas de la demencia frontotemporal. La pérdida auditiva, por lo tanto, actuó como una especie de “caballo de Troya“, enmascarando los signos incipientes de una enfermedad mucho más devastadora.

No fue sino hasta febrero de 2023 cuando la familia de Bruce Willis confirmó públicamente el diagnóstico oficial del actor: demencia frontotemporal (DFT). Este anuncio llegó después de que inicialmente se le diagnosticara afasia, una condición que afecta la capacidad de comunicación, pero que luego se reevaluó para revelar la naturaleza más amplia y progresiva de su enfermedad.

La demencia frontotemporal es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro, responsables del comportamiento, la personalidad y el lenguaje. La confusión inicial con la pérdida auditiva subraya la complejidad del diagnóstico de estas enfermedades y cómo los síntomas pueden superponerse, dificultando la identificación temprana.

Las revelaciones de Emma Heming no solo ofrecen una perspectiva íntima sobre la lucha de Bruce Willis, sino que también resaltan la importancia de una evaluación médica exhaustiva. El hecho de que un daño físico de décadas pudiera haber ocultado los primeros indicios de una enfermedad tan grave como la DFT, añade una capa de tristeza y comprensión a la ya difícil situación que atraviesa la familia Willis.