El Crimen Organizado Toma por Blanco a Migrantes Deportados ante la Indiferencia del Gobierno Mexicano
7 Oct. 2025
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Connacionales repatriados desde Estados Unidos denuncian amenazas, secuestros y cobros extorsivos tras ser abandonados sin protección al llegar al país
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Las denuncias se duplicaron en estados bajo control del narco mientras las autoridades federales limitan su apoyo a una tarjeta de ayuda y atención médica básica
Redacción / CAMBIO 22
Mexicanos que han sido deportados por el gobierno de Donald Trump están siendo extorsionados por grupos del crimen organizado al llegar a sus lugares de origen, donde “si no cooperan” los amenazan con matarlos o reclutarlos de manera forzada.
“Creen que traemos muchos dólares, cuando nos mandan de allá con una mano adelante y una atrás”, afirma Juan Arriero, quien en julio pasado fue detenido durante una redada en Los Ángeles y deportado a Naucalpan, en el Estado de México.
En entrevista por separado, Aurelio, otro migrante deportado a Veracruz, donde nació en 1980, coincide en que grupos del crimen organizado tratan de extorsionarlos al saber que vienen de Estados Unidos.

“Me pidieron de entrada tres mil dólares, ¡dólares!, no pesos, lo que quiere decir que saben que vengo de Estados Unidos y creen que llegué forrado de billetes verdes, por supuesto no les voy a dar nada porque no los tengo, pero amenazaron con regresar y si no pago, llevarme” Migrante deportado a Veracruz
Un tercer caso, este en Irapuato, Guanajuato, es el de Esteban, quien platica que luego de dos semanas de haber llegado de Chicago, deportado también, unos tipos lo interceptaron cerca de su casa y le pidieron “del dinero que había traído del gabacho”. “Les dije: si supieran que te regresan con lo que traes puesto, no me pedirían ni un quinto, pero me dijeron: cooperas o te carga”, afirmó Esteban.
El aumento de las extorsiones a connacionales deportados o que decidieron regresar a nuestro país por su propia voluntad ante la política de cero tolerancia de Donald Trump, ya se ve reflejado en denuncias ante fiscalías estatales, en las que hasta el 12 de septiembre pasado sumaban 67, frente a las 47 que se registraron en agosto y 11 que hubo en mayo, de acuerdo con información a la que El Sol de México tuvo acceso.
En estados como Jalisco, cuna del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Michoacán, con presencia del CJNG y del Cártel de Sinaloa, así como en Tamaulipas, donde además de los anteriores grupos del narcotráfico, opera también el Cártel del Golfo, las denuncias por extorsión de mexicanos recién llegados desde la Unión Americana se duplicaron en el último mes.

En Jalisco pasaron de seis en agosto a 13 en lo que va de septiembre; en Michoacán de cuatro a nueve y en Tamaulipas de tres a seis, aunque los números reales, de acuerdo con expertos, podrían ser mucho más altos, ya que la mayoría de las personas no denuncian por temor a represalias.
Los migrantes se sumarían a otros sectores económicos que también han sido extorsionados por el crimen organizado como los productores de aguacate, limón, tortillas, e incluso a comerciantes ambulantes.
“Una vez deportados, los migrantes son altamente vulnerables a la violencia y el abuso, que se agrava en gran medida por el fracaso sistemático de las autoridades estadounidenses para devolver pertenencias esenciales a los migrantes, incluyendo dinero en efectivo, medicamentos recetados, los teléfonos celulares, o documentos de identificación”, señala Evelia Ramírez, abogada migratoria.
En entrevista telefónica, explica que la política denomina de los U.S. Marshals permite a los migrantes mantener con ellos durante la deportación algunos artículos limitados y específicos como un anillo de bodas, gafas graduadas, no más de 50 dólares en efectivo, por ejemplo. Pero la política de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que es la que se aplica a la mayoría de los migrantes detenidos sin documentos, aplica diferente, ya que despoja a los migrantes de todos los objetos personales no perecederos y los guarda sólo por 30 días, tras los cuales, procede a destruirlos por un “acuerdo” escrito firmado por el migrante antes de salir de la custodia de CBP, a menudo sin su conocimiento de cuánto tiempo va a estar bajo la custodia de las autoridades estadounidenses.

“Una vez deportados, los migrantes son altamente vulnerables a la violencia y el abuso, que se agrava en gran medida por el fracaso sistemático de las autoridades estadounidenses para devolver pertenencias esenciales a los migrantes, incluyendo dinero en efectivo, medicamentos recetados, los teléfonos celulares, o documentos de identificación” – Evelia Ramírez
abogada migratoria.
“Así tal cual, los regresan con lo que llevan puesto, pues no les regresan celulares, dinero e incluso documentos como licencias de conducir o matrículas consulares”, agregó la experta.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Inmigración (INM), en lo que va del regreso de Trump a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, más de 100 mil mexicanos han sido deportados desde Estados Unidos a distintos destinos de nuestro país.
Los connacionales llegan con una ayuda económica de dos mil pesos para gastos inmediatos, que son entregados en una tarjeta del Bienestar. Además, son incorporados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde reciben atención médica.
Fuente: El Sol de México
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