El Chóoch, Fruto Maya en Peligro de Extinción, Resurge Gracias a Productor en Cafetalito
19 Nov. 2024
Redacción / CAMBIO 22
José María Morelos, 19 de noviembre. – En la vasta selva de la península de Yucatán, entre suelos fértiles y tradiciones ancestrales, crece el chóoch, un fruto maya exótico y poco conocido que enfrenta el riesgo de desaparecer. Manuel Chan Uluac, productor de la comunidad de Cafetalito, es uno de los pocos que ha logrado cultivar y preservar este tesoro natural, desafiando los retos que implica su producción.
“El chóoch es una fruta endémica que no se puede injertar ni cultivar en grandes cantidades. Solo germina de forma natural y tarda seis meses en hacerlo. Además, su cosecha es limitada, ya que únicamente se da entre los meses de junio y agosto”, explicó Chan Uluac.
Un fruto único y especial
El chóoch tiene el tamaño de una toronja madura, pero lo único comestible son las semillas al centro, cubiertas de una pulpa dulce que recuerda al melón. Su cáscara es dura, pero al romperla se revela su interior suave y jugoso. El árbol puede alcanzar los cinco metros de altura y tarda varios años en dar fruto, lo que dificulta aún más su producción.
Manuel Chan Uluac ha dedicado años a rescatar este árbol criollo. “En mi caso, tenemos cinco árboles de chóoch plantados con una distancia de cinco metros entre cada uno. Aunque es una cosecha de largo plazo, la fruta tiene un buen mercado. Mucha gente que la prueba vuelve a comprar y, a veces, incluso adquieren pequeñas plantas para tener en casa”, comentó.
Promoción y comercialización
Actualmente, Chan Uluac y otros productores locales han comenzado a promocionar el chóoch en mercados locales y a través de redes sociales como Facebook. “Hace 15 días sacamos un huacal lleno de chóoch y ni siquiera llegamos al mercado, porque en el camino vendimos todo. La fruta es exótica y a la gente le encanta cuando la prueba”, relató. El chóoch se comercializa en $10 pesos por pieza, mientras que otras frutas silvestres como la guanábana silvestre y el posch también están ganando popularidad, aunque estas son más difíciles de recolectar o trabajar.
Un esfuerzo por rescatar el legado maya
Para Chan Uluac, preservar el chóoch es más que un esfuerzo comercial: es una forma de rescatar una parte esencial del patrimonio maya y de la biodiversidad de la región. “El chóoch es una fruta peninsular muy poco conocida, pero tiene un sabor único y una historia que vale la pena compartir”, afirmó.
Gracias a iniciativas como esta, el chóoch podría encontrar un lugar en el mercado local e internacional, asegurando su permanencia en las mesas y corazones de quienes lo prueban, y preservando su legado cultural para las futuras generaciones.
LRE