El Cambio Climático Acelera la Aridez: El 77% de la Tierra Vive Condiciones Más Secas
9 Dic. 2024
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Un informe de la ONU revela que las altas temperaturas están provocando la expansión de la desertificación, con regiones como el Mediterráneo, EE. UU. y África en alto riesgo de desertificación
Redacción / CAMBIO 22
La aridez se extiende por tres cuartas partes del planeta. El 77% de la superficie terrestre ha experimentado condiciones más secas de lo habitual en las tres últimas décadas, debido principalmente al aumento de las temperaturas por el cambio climático, según un informe científico auspiciado por la ONU y presentado en la COP16 de la desertificación que celebra en Riad hasta el 13 de diciembre.
La región mediterránea, el este de EEUU, el sur de Australia y gran parte de sur de África son algunas de las zonas con mayor riesgo de desertificación. Sudán del Sur y Tanzania son los países con el mayor porcentaje de tierras consideradas en “transición” hacia el secano, y China es el país con la mayor extensión total.
“Por primera vez, la crisis de la aridez ha sido documentada con claridad científica, revelando una amenaza existencial que afecta a miles de millones de habitantes”, ha advertido Ibrahinm Thiaw, secretario general de la Convención de Naciones Unidas para combatir la desertificación (UNCCD).
“Las sequías pasan, pero cuando el clima se hace más seco, con largas temporadas sin lluvia, la habilidad para volver a las condiciones anteriores se acaba perdiendo”, agregó Thiaw. “La aridez representa una transformación permanente y este análisis demuestra que es una tendencia global”.
Un 22% de la superficie terrrestre, más húmeda
El informe The Global Threat of Drylands concluye que, como contrapunto, un 22% de la superficie terrestre está experimentando condiciones más húmedas de las habituales, con el interior de Estados Unidos y varios puntos del sureste asiático como las zonas geográficas más destacadas.
El informe estima que 2.300 millones de habitantes viven en tierras que se están secando y que requerirán un esfuerzo de adaptación a la falta de agua en las próximas décadas. El informe advierte que con la actual tendencia de emisiones y calentamiento del planeta, la amenaza podría llegar a 5.000 millones de habitantes a finales de siglo. La deforestación, la erosión y la presión demográfica son otros factores que contribuyen a la “crisis de la aridez”, que está detrás de las migraciones climáticas.
La aridez afecta ya al 40% de la superficie agrícola y es una de las principales causas de la degradación de los suelos. Se estima que cada año se degradan 100 millones de hectáreas, un área equivalente al doble de la superficie terrestre de España.
“Este informe recalca la necesidad crítica de hacer frente a la aridez como uno de los retos globales de nuestro tiempo”, aseguró Sergio Vicente-Serrano, coautor el informe y experto del Instituto Pirenaico de Ecología. “No estamos solo midiendo el cambio, sino trazando la ruta de la resiliencia, con una visión colaborativa que integre la adaptación y la innovación y nos asegure un futuro mejor a todos”.
Mejorar el uso de la tierra, experimentar con cultivos resistentes a las sequías, invertir en la eficiencia del agua, construir comunidades resilientes ante la aridez y desarrollar un marco global de cooperación son algunas de las propuestas del informe que ha marcado el ecuador de la COP16 de la desertificación de Riad.
Restaurar 1.500 millones de hectáreas
La cumbre, con la que culmina un año marcado también por la COP16 de Biodiversidad en Cali y la COP29 del cambio climático en Bakú, aspira a lograr un compromiso entre casi 200 países para restaurar 1.500 millones de hectáreas de tierra para el 2030 y lograr la así llamada Neutralidad de la Degradación de la Tierra.
Arabia Saudí, con el 95% de su territorio desertificado o amenazado por la aridez, ha marcado el camino como país anfitrión con la Iniciativa Verde de Oriente Medio, que aspira a plantar 50.000 millones de árboles y restaurar 200 millones de hectáreas de tierras degradadas. El país que habitualmente desempeña el papel de la bestia negra en las cumbres del clima, lidera sin embargo la lucha mundial contra la desertificación e impulsa la Iniciativa Global del G20, que aspira reducir la degradación de los suelos en un 50% en el 2040.
Fuente: El Mundo
GPC/AGF