Necesariamente Incómoda/Cambio 22

Deisy Nohemí Blanco Chi es una de las cientos de miles de mujeres que buscan a un ser querido desaparecido en México, madre de Fernanda Cayetana, niña de 12 años desaparecida el 21 de julio de 2022. Desde entonces vive un calvario, su esperanza es encontrar a su hija antes de que termine el año.

Dice que camina, ahora, dos veces muerta. Primero “murió” desde que Fernanda Cayetana desapareció de la casa de unos vecinos a los que ayudaba a quehaceres domésticos, recientemente “volvió a morir” cuando rescató a su hijo de 18 años, de la morgue de Cancún, donde la Fiscalía de Quintana Roo lo tuvo durante nueve meses, sin informarle que lo habían encontrado asesinado en Isla Mujeres.

Esta Semana Santa, mientras los destinos turísticos de Quintana Roo están preparados para recibir a miles de turistas nacionales y extranjeros, doña Deisy, al igual que otras mujeres que forman parte del colectivo de familiares de personas desaparecidas que ella encabeza, seguirán removiendo tierra, caminando en la selva, viajando a donde encuentren alguna fosa clandestina, donde rescaten a niñas y mujeres de la trata de personas, con la esperanza que alguien les de algún indicio.

Por la desaparición de su hija, que ahora tiene 15 años, se encuentran encarcelados su vecino Marco Antonio y Angélica, su esposa, quienes a dos años de haber sido detenidos no han dicho cómo desapareció Fernanda Cayetana de su casa.

Solo se ha llevado a cabo la audiencia intermedia y el juicio se detuvo, está en pausa, por una apelación al auto de sujeción a proceso, mientras Deisy sigue su búsqueda por todo Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, la Ciudad de México, preguntando sí alguien la ha visto, mostrando la cédula de búsqueda traducida del español, al inglés y al maya.

Advierte que desde que desapareció Fernanda, en la Zona Continental de Isla Mujeres, empezaron a desaparecer jóvenes de 15 a 20 años, “pero ni la presidenta municipal ni la gobernadora hacen nada por frenar todo esto que está sucediendo”.

Recuerda que ha hablado como diez veces con la gobernadora. “Yo he exigido a ella que lo único que quiero es que encuentren a mi hija, no le pido otras cosas, como dicen, la lucha de mi hija no tiene precio, no se vende la lucha de mi hija, de ningún desaparecido, no tiene precio ningún desaparecido. Lo único que le pido es que encuentre a Fernanda, que ponga a trabajar a sus fiscales. Como madre de Fernanda yo le exijo a ella que haga su trabajo como gobernadora”.

Esta madre buscadora reclama que la Fiscalía de Quintana Roo, “prácticamente no me está ofreciendo nada, sí yo no voy y les digo lo que quiero que hagan, la Fiscalía no está dando resultados para buscar a Fernanda Cayetana, en realidad. Yo tengo que estar cerrando calles, yo tengo que estar peleándome con ellos, discutiendo con ellos, para que me puedan hacer caso y donde yo les digo que vayan a buscar, allí van a hacer las búsquedas, por sí, ellos mismos, no están haciendo nada, en realidad, hasta ahorita”.

Agentes de la Fiscalía y a veces personal de la Comisión de Búsqueda la acompañan a diferentes partes a realizar la búsqueda, pero a solicitud expresa de ella. El Ministerio Público ha sido pasivo, no le ha desarrollado diversas líneas de investigación, solo espera que doña Deisy le diga qué hacer, donde buscar, a quien entrevistar.

Con el coraje de encontrar a Fernanda Cayetana ha realizado llamadas telefónicas a personas involucradas con el crimen organizado, de quien tampoco ha recibido respuestas. Hace unos meses recibió una llamada de un hombre que dijo ser de un grupo criminal y que a cambio de cinco mil pesos, le daría información sobre su hija.

Después de horas de entregar el dinero, se percato que era una extorsión y en la Fiscalía le dijeron que la llamada había salido del penal. Incluso, la persona que le habló le puso al teléfono a una persona que dijo que era su hija y doña Deisy aseguró que era su hija. La policía solo le dijo, “es la voz llorona que sale del penal”, y le confirmó que era una extorsión.

El 8 de junio de 2024, su hijo Noé, de 18 años, se fue voluntariamente de su casa. Horas más tarde se percató que le había robado seis mil pesos, por lo que fue a presentar una denuncia penal a la Fiscalía. Ante el personal del Ministerio Público dio la medio filiación de su hijo. Detalló que tenía tatuado el nombre de ella y el de su esposo. Al personal investigador informó de las características físicas de su hijo, con el fin que lo encontrarán para que pagara por el robo en su agravio.

Doña Daisy reconoce que Noé era un joven adicto a la mariguana y no lo buscó porque en varias ocasiones se había desaparecido porque trabajaba como ayudante de albañil y después de semanas regresaba.

Pasaron los meses y cuando iba a buscar a Fernanda y otras personas desaparecidas también buscaba a Noé.

Fue hasta el 26 de marzo, que una amiga de su hija, vio en una pagina de otro colectivo de búsqueda la foto del cadáver de Noé y se la mandó a una vecina para que se la mostrara.

Cuenta que le tiene mucho coraje a la Fiscalía porque tuvo el cuerpo de su hijo en la morgue durante nueve meses y nunca le informó, a pesar que ella proporcionó toda la información para que lo localizaran.

Además, la Fiscalía tiene su ADN por el caso de Fernanda Cayetana. Considera que es una negligencia más de la Fiscalía de Quintana Roo. Por su cuenta ha investigado que Noé fue asesinado en Isla Mujeres el 9 de julio. Los peritos levantaron el cuerpo y se lo llevaron al SEMEFO, sin que ahondaran en la investigación sobre su homicidio.

A la indolencia de la Fiscalía se suma la falta de empatía y falta de compromiso del Poder Judicial. “Ya que hay madres que lloran, el grito de una madre no sale del pecho, el grito de una madre sale del vientre de una madre, por lo que queremos y exigimos justicia, pero el presidente del Tribunal Heyden Cebada, nada más se burla de todas las madrecitas que tienen desaparecidos a sus hijos y también se burla cuando han violado a los niños, el dice que no, pero si está violentando los derechos de los niños violados”.

Al preguntarle si es peligroso entrar en comunicación con el crimen en busca de información de las personas desaparecidas afirma: “Si, si se me hace una situación muy peligrosa, como yo he dicho, pero si no alzamos la voz, si no nos dirigimos hacia ellos con todo respeto, el miedo nos va a invadir y como madre, ya estamos, de mi parte, ya estoy muerta en vida, estoy andando. Ya mi vida no me pertenece a mí, le pertenece a mi hija. Ahorita con eso que le arrebataron la vida al otro, a mi hijo Noé, me mataron dos veces, ya”.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/RCM

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