Graciela Machuca Martínez

Conforme van pasando los días del domingo 5 de junio de 2022 en Quintana Roo, cuando solo el 40 por ciento de la ciudadanía inscrita en el padrón electoral decidió el futuro gubernamental de la entidad, diversas voces ciudadanas se han comunicado por medio de mis redes sociales para expresar sus puntos de vista respecto a esa jornada electoral que tanto el pueblo como el gobierno teníamos la obligación de sacarla adelante con una participación activa, sin embargo, la respuesta del pueblo quedó plasmada con el abstencionismo, la indiferencia ante lo que digan o pretendan hacer los representantes de los partidos políticos fue la ganadora

La clase política de Quintana Roo perdedora es cuestionada por la ciudadanía, debido a que predomino en su conducta, en su proceder político: la soberbia, la egolatría, los intereses de grupo, al pensar que un proyecto personal era suficiente para convencer a la ciudadanía, olvidándose, en todo momento, de las necesidades de la sociedad.

Tal parece que quienes encabezaron las otras propuestas de gobierno, carecen de los elementos básicos para hacer operaciones de suma y resta, desde luego que están vetados para hacer ejercicio de probabilística y prospección, indispensables para diseñar escenarios políticos y de participación ciudadana.

 Tanto los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, como el Revolucionario Institucional, además, de MORENA, fueron incapaces de leer lo que el pueblo de Quintana Roo requiere y prueba de ello es la baja participación en las urnas.

La reforma electoral que pretende el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, debe darse para reconstruir el sistema de partidos político, pero fortaleciendo al órgano electoral, México tiene un arbitro que si bien no es perfecto, tiene los cimientos para vigilar que el poder en turno no se apropie de las instituciones democráticas para utilizarlas en su beneficio.

El sistema de partidos políticos que hoy en día sobrevive en México debe replantearse, porque se ha convertido en la fachada institucional y legal para que la delincuencia organizada gobierne al país, las evidencias del calderonismo y joyas como la Estafa Maestra o la Casa Blanca en tiempos del peñismo, lo demuestran. La 4T ya tendrá tiempo de mostrar lo suyo con personajes como el actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Conformé van pasando los días, la ciudadanía sigue cuestionando a las personas que integran las dirigencias de los partidos políticos, débiles liderazgos que no tuvieron la suficiente destreza para ver que solo unidos podían sacar adelante un proyecto político y de gobierno, diferente al que encabeza la 4T. En Quintana Roo y en el resto del país no se piensa de manera homogénea y por lo tanto, más de un proyecto político tiene cabida en la sociedad.

Ahora, le corresponde a la ciudadanía hacer con participación, lo que no hizo en las urnas, para poder marcarle a la clase política como se debe gobernar la entidad.

Esa clase política tendrá la capacidad de hacer un frente ciudadano con una agenda local o “seguirán mendingando lo que una cúpula central les quiera aventar. Ojalá puedan entender que pueden estar dejando a las generaciones en una total indefensión en su propio estado, eso solo pasa cuando hay mezquindad y poca visión de futuro y la mayoría no son hombres de Estado que puedan ver más allá de sí mismos. Sólo hay dos caminos: vas de arrimado o creas un frente por la dignidad de un estado tan rico, administrado con pobreza. Hay que exigirle a los diputados ganadores que por primera vez representen a los ciudadanos y no a sus jefes como bandidos y al dinero”. De acuerdo a un comentario tomado de la publicación de una reciente columna sobre los retos del nuevo gobierno.

El Partido Verde Ecologista de México tiene en sus manos a la mayoría de las personas que obtuvieron el triunfo para integrar la XVII Legislatura, los cañonazos en dólares será el distintivo de la legislatura que viene, “porque cualquier cantidad de dinero que les pague será poco para los beneficios que obtendrá”, solamente la dignidad y la congruencia política podría salvar al Poder Legislativo. Desde luego que hay personas que en su paso por la administración pública han mostrado esa congruencia y dignidad.

Los exgobernadores que le apostaron a más de un proyecto político-electoral tienen mucha responsabilidad en el futuro de Quintana Roo, porque su ambición por seguir controlando un pedazo de poder económico y político los hizo perder la cordura por el bienestar de Quintana Roo.

Otro reto para el nuevo gobierno es integrar un equipo con sensibilidad social y colectiva “y no de servilismo a sus padrinos”, solo así “puede lograr credibilidad. La opinión del abstencionismo se reflejará. Muestra de que son más los que no reciben beneficios directos”.

La línea es muy delgada entre quienes hacen política y empresa a través de las instancias gubernamentales y aquello que se dedican a la empresa, a la política, pero tienen vínculos con intereses oscuros. Ese es otro reto al que se le debe dar prioridad, de lo contrario, la violencia que se vive hoy en día en Cancún, será una nimiedad para dentro de cinco años, pero a lo largo y ancho del territorio quintanarroense.

A Quintana Roo, como al resto del país, tiene como un lastre a los políticos del reciclaje, porque han convertido en su forma de vida estar donde pueden hacer uso del presupuesto, sin tener la convicción del servicio a la colectividad. Un ejercicio del pasado partidista de quienes integrarán la XVII Legislatura de Quintana Roo nos permitiría ver que a la clase política ya no le interesan los principios ideológicos o las reglas de los partidos políticos, si es así, como instituciones los partidos políticos deben desparecer del escenario público y crear un nuevo sistema de participación ciudadana en la política y en las instancias gubernamentales.

“El pueblo de México aún no conoce las mieles de tener administradores honestos, la justa repartición y uso de las partidas presupuestales, el concurso abierto de plazas estatales y federales para garantizar tener al mejor ciudadano como servidor público, el castigo severo a servidores corruptos, imagínese usted un mundo en el que la policía arresta a políticos, militares y burócratas del estado por corruptos, así como presumen que arrestan a narcomenudistas cada dos días, perro no come perro y entre gitanos no se leen la mano, son otros dichos mexicanos que aplican igual que el que tú acertadamente comentas”, me dice uno de mis seguidores con el que este espacio periodístico interactúa.

La sociedad de Quintana Roo pide compromiso social al próximo gobierno, de lo contrario, la riqueza que tiene el estado con sus recursos naturales y el trabajo de su gente, solo seguirá beneficiando a unos cuantos.

redaccion@cambio22.mx

TIAV

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