Redacción/CAMBIO 22

Sao Paulo. Brasil conmemoró este miércoles el 30º aniversario de la trágica muerte del piloto de F1 Ayrton Senna, único deportista nacional que goza prácticamente del mismo prestigio y respeto que el rey Pelé entre los brasileños.

Tricampeón de la F1 y considerado el mejor piloto brasileño de la historia, Senna falleció con 34 años el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola (Italia) tras perder el control de su Williams y estrellarlo contra un muro de cemento.

Cientos de personas acudieron desde temprano al cementerio Parque Morumby, en Sao Paulo, donde descansan los restos de Senna, y depositaron flores, fotos y banderas de Brasil en su tumba, ubicada bajo un enorme árbol, constató la Afp.

En el circuito de Interlagos de la ciudad paulista, donde el piloto ganó en 1991 y 1993, miles de deportistas, aficionados y admiradores participaron en las carreras que cada año recuerdan su muerte.

En Europa, una ceremonia se llevó a cabo en el circuito de Imola en memoria de Senna y de su colega austríaco Roland Ratzenberger, fallecido un día antes que el brasileño en otro accidente.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, estuvo presente en un acto al que asistieron también sus pares de Austria, Alexander Schallenberg, y de Italia, Antonio Tajani, entre otras personalidades, informó la cancillería de Brasil en la red X.

“Hace 30 años, dos jóvenes perdieron trágicamente la vida en Imola. Junto a mis colegas de Brasil, Mauro Vieira e Italia, Antonio Tajani hoy conmemoramos a Roland Ratzenberger y Ayrton Senna. ¡Que su memoria nos inspire a todos a través del poder unificador del deporte!”, escribió Schallenberg en la red X.

Tras haber pasado por varias ciudades brasileñas, la exposición itinerante “Yo, Ayrton Senna-30 años”, abrirá paralelamente sus puertas en Río de Janeiro.

La muestra, con la voz de Senna recreada por inteligencia artificial guiando al público, ayuda a conocer mejor su trayectoria como piloto y su vida personal.

 

Parar para las carreras

 

El fatal accidente, que fue presenciado por millones de personas en directo por televisión en Brasil, engrandeció más la figura del piloto.

“En aquella época, ver las carreras en tv era una moda. Todos nos preparábamos para verlas, principalmente por Senna”, afirma a la Afp la jubilada Marilane Mattos, frente a la estatua del piloto en la playa de Copacabana de Río de Janeiro.

Como tantos jóvenes brasileños, el empresario Joao Paulo Bertolini, de 30 años, nunca vio correr a Senna, aunque desde pequeño, aprendió a admirarlo.

“Mi padre siempre me hablaba de él. En aquella época, paraba los domingos para ver las carreras. Hoy ya no sucede esto. Mi padre, mi tío, mis abuelos… todos me hablaban de Senna”, aseguró.

 

Rescate de la autoestima

 

Para el escritor y periodista brasileño Ernesto Rodrigues, autor de la biografía Ayrton: el héroe revelado, hay tres factores que explican por qué Senna sigue siendo un ídolo nacional.

“Primero, la propia característica suya como piloto. Fue y sigue siendo un piloto fuera de serie en la historia de la F1, por su coraje, la capacidad cognitiva impresionante que tenía y por su profesionalismo absoluto”, declaró Rodrigues en una entrevista a la Afp.

“Segundo, por su dramática muerte y las circunstancias. Fue la primera gran personalidad mundial que murió en directo delante de millones de personas en todo el mundo mirando la televisión”, agregó.

“Y tercero, murió en una época en la que Brasil vivía una serie de problemas económicos, crisis y dramas, como la muerte de un presidente (Tancredo Neves) y que tenía una autoestima muy baja como país. Ayrton entró como una persona que dio un cierto alivio y una especie de rescate de la autoestima de los brasileños”, completó.

 

Legado para la educación

 

Además de los recuerdos que guardan sus fanáticos como piloto, la buena imagen de Senna en Brasil sigue muy viva gracias al trabajo que realiza el Instituto Ayrton Senna.

El brasileño era conocido por su activismo social y por defender la importancia de la educación y la lucha contra la pobreza en su país.

Seis meses después de su muerte, la familia fundó el Instituto Ayrton Senna, presidido por su hermana Viviane y que en 2004 fue reconocido como una Cátedra de Educación y Desarrollo Humano por la Unesco, algo inédito para una ONG hasta entonces.

“Ayrton siempre decía que si queremos cambiar alguna cosa, es por los niños que debemos empezar, por su educación, y por esto el Instituto Senna eligió la educación como vía central de su actuación”, afirma Viviane en un video de la institución.

En sus casi 30 años, el Instituto Senna estuvo presente en más de 3 mil municipios brasileños e impactó en la vida de más de 36 millones de estudiantes del país, según la propia institución.

Fuente: La jornada

redaccionqroo@cambio22.mx

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