Redacción/CAMBIO 22

José María Morelos, 27 de octubre. – En plena cabecera municipal, el terreno de Doña Elda Tilan se ha convertido en un pequeño paraíso de color y esperanza. Entre girasoles y flores de cempasúchil, esta mujer morelense vive con entusiasmo su primera temporada como productora de las tradicionales flores del Día de Muertos.

“Es el primer año que cultivo cempasúchil y gracias a Dios me fue bien, tuve en abundancia la flor”, expresó con alegría.

Desde hace semanas, Doña Elda vende ramos casi a diario y comparte que, además del cempasúchil, también siembra girasoles amarillos, rojos y blancos, que llenan de vida su terreno ubicado cerca de la colonia Dolores Carrillo.

Explicó que la buena tierra de JMM y el clima favorable ayudaron al crecimiento de las plantas. “Aquí la tierra es muy buena para sembrar; el cempasúchil no necesita mucho, solo fertilizante natural y cuidado. Si se marchita con la lluvia, se limpia y vuelve a florecer”, relató mientras mostraba orgullosa su siembra.

El precio de los ramos varía entre 50 y 60 pesos, una cantidad accesible para la comunidad, pues asegura que prefiere no encarecerlos a pesar del esfuerzo que implica su cultivo. “Cada año llega muy cara la flor, pero yo la doy a precio justo para que todos puedan llevarla a sus altares”, señaló.

Con una sonrisa, Doña Elda comentó que su terreno está lleno de flores y que las personas pueden acudir directamente a escoger las que más les gusten. Además, adelantó que tiene listas otras variedades como virginias y xtés, que pronto pondrá a la venta para la temporada.

Su trabajo refleja el amor por la tierra y la tradición. Entre el aroma del cempasúchil y el brillo de los girasoles, Doña Elda demuestra que en José María Morelos florece no solo la naturaleza, sino también el esfuerzo y la alegría de su gente.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

 

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